Lo he dicho, lo he escrito y lo reitero, a nadie le conviene que le vaya mal al Gobierno, sea cual sea su tinte. México se encuentra en un momento importante y crucial de su vida política.

Con el inicio de un nuevo Gobierno también comienza una nueva etapa; ello nos debe motivar a promover espacios para el debate, el intercambio, la crítica y el entendimiento. En este esfuerzo todos los sectores juegan un papel importante, el mismo Gobierno, la sociedad civil organizada, la parte empresarial e indudablemente los medios de información que contribuyen a informar, pero también a formar opinión.

Sobre este último punto, es importante resaltar que los tiempos en los que se disfrazaba la verdad o simplemente se ocultaba son parte de una historia negra que ante los tiempos de apertura democrática, pero sobre todo de la nueva era tecnológica, son simplemente más que imposibles. No obstante los cambios, los parámetros de una nueva relación entre el poder y los medios de comunicación es aún una asignatura pendiente.

En este escenario se deben reconocer a los medios de comunicación como los territorios propicios para el debate, la crítica y la información, y a los periodistas como el vínculo intermedio con la sociedad. La construcción de una relación ascendente e institucional en donde cada uno juega el papel que le corresponde en la fabricación de consensos es una de las vertientes que aún tiene terrenos inexplorados.

Reafirmando que los medios de comunicación son un componente esencial en cualquier democracia, tampoco se puede pasar por alto que hay un periódico que juega a hacer política, que antepone ya no sólo sus intereses comerciales, sino también la ideología que pretende defender. Hasta ahí no habría ningún problema, pues afortunadamente desde hace algunos años existe la apertura para la libre expresión de las ideas. El conflicto radica cuando la mentira y la calumnia se disfrazan de información. Desde antes que se produzca la noticia, la orientación editorializada de la nota ya está decretada.

Bienvenido sea el debate, bienvenido sea el periodismo crítico que denuncia y visibiliza los excesos y las injusticias; eso contribuye a perfeccionar nuestro sistema político, a ensanchar nuestro marco democrático, la diversidad y el pluralismo. Sin obviar que la labor informativa que realizan debe ser de acompañamiento a la sociedad en los cambios que experimenta, de proveerle de los elementos para su transformación y crecimiento. Al final, así, todos ganaremos.

LEG