Robert Wood, embajador estadounidense en la ONU, repitió la fórmula: se levantó y abandonó la sala cuando comenzó a hablar el embajador venezolano, Jorge Valero, como presidente de la Comisión de Desarme y Seguridad Internacional.

Hace un año hizo lo mismo cuando tomó la palabra -también como presidente de dicha Comisión- el representante de Siria.

“Cuando tienes regímenes como el de (Bashar) al-Asad (Siria), y el de (Nicolás) Maduro (en Venezuela), y presiden este órgano, hay algo fundamentalmente errado con la forma en la que estamos manejando nuestros asuntos. Y tenemos que evaluar eso”, expresó Wood.

Los embajadores de los países integrantes del Grupo de Lima tampoco asistieron.

Venezuela asumió la presidencia pro témpore de dicha Comisión de las Naciones Unidas (ONU), con sede en Ginebra.

Valero abogó por la paz mundial y garantizó que sus esfuerzos se centrarán en superar el preocupante panorama nuclear que amenaza a la especie humana.

Urgió a eliminar todas las armas de destrucción masiva, en especial, las nucleares, y dijo que se debe fomentar la confianza y el respeto entre los Estados.

Resaltó que durante la presidencia venezolana en la Comisión de Desarme se realizarán esfuerzos para que prevalezca el enfoque constructivo e inclusivo entre las naciones.

Valero rechazó las acciones de Wood y los países del Grupo de Lima -quienes reconocen como presidente venezolano al líder opositor Juan Guaidó-, al señalar que pretendieron usar esa instancia de la ONU para promover matrices de opinión “golpistas e intervencionistas”.

Repudió que Estados Unidos tenga a un presidente “guerrerista, racista, xenófobo y supremacista”, que a su juicio desprecia el multilateralismo.

LEG