El tratamiento plásmico facial es un nuevo método de hidratación y rejuvenecimiento que proponen distintos dermatólogos; sin embargo, aplicado por personal no calificado, puede tener consecuencias irreparables para la salud.
El Facial Vampiro, conocido así por el uso de sangre, mal aplicado, puede causar infecciones virales, bacterianas o incluso puede contagiar hepatitis B, C y VIH/SIDA.
El procedimiento es el siguiente: al paciente que se le va a aplicar el tratamiento se le extraen seis tubos de sangre, después los centrifugan por ocho minutos para separar la sangre del plasma, luego de eso, los médicos extraen el plasma y lo aplican en el rostro en una serie de micro inyecciones.
El método ha demostrado ser efectivo y ante la fama que cobró en redes sociales, personal no calificado empezó imitar este trabajo bajo condiciones de higiene cuestionables.
Hasta el momento, se han registrado dos casos de contagio de VIH en un Spa de Arizona, Nuevo México.
jhs