Siete de cada 100 menores tienen malos hábitos de sueño, aseguró Jesús Maya Mondragón coordinador de Programas en la División de Medicina Familiar del IMSS, lo que les provoca bajo rendimiento escolar, que puede ser causa de una falta de disciplina en los horarios y actividades que se realizan antes de dormir, pero también de lesiones o daños en el cerebro.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) indicó que cuenta con un protocolo de evaluación y estudio que consiste en varias pruebas como la consulta médica, historia del sueño, un mapeo cerebral, un electroencefalograma y una resonancia magnética, para identificar si alguna parte del cerebro está dañada o funciona mal.
El tratamiento dependerá del diagnóstico, y puede ir desde un plan educativo dirigido a modificar las causas de estos trastornos o incluso el uso de medicamentos que favorezcan la relajación muscular e inducción del sueño.
En la etapa escolar, los trastornos del sueño más frecuentes son: insomnio, pesadillas, terrores nocturnos, sonambulismo, hipersomnia (episodios recurrentes de somnolencia) y narcolepsia (tener sueño durante gran parte del día) señaló el especialista.
Ingerir alimentos de difícil digestión, beber agua en abundancia o realizar ejercicio intenso antes de la hora de dormir ocasiona que se les vaya el sueño o que el descanso no sea reparador
LEG