La imposición de aranceles junto con la decisión de cancelar los programas de ayuda en los países del norte de Centroamérica tendrán un efecto contra-producente y no reducirían los flujos migratorios, sostuvo el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.
Durante la conferencia de prensa que dio en la embajada de México en Washington, el canciller añadió que las tarifas que pretende imponer el gobierno de Estado Unidos a partid del 10 de junio podrían causar inestabilidad financiera y económica.
“Lo que significa que México podría reducir su capacidad para abordar los flujos migratorios y ofrecer alternativas a los nuevos migrantes que han llegado recientemente al país”, expresó el canciller.
Recalcó que el país cumple y hace cumplir sus propias leyes migratorias, pues de diciembre de 2018 a mayo de 2019, se han detenido a 80 mil 537 personas y se han deportado a sus países de origen, principalmente a los países del norte de Centroamérica.
Señaló que esas acciones han tenido un importante costo financiero para el gobierno mexicano, ya que se les proporciona a los migrantes refugio, comi-das, transporte y asistencia médica.
El canciller estuvo acompañado por la secretaria de Economía, Graciela Márquez, así como por Víctor Manuel Villalobos, titular de Agricultura y Desarrollo Rural, la embajadora de México en Estados Unidos, Martha Bárcenas, y el subsecretario para América del Norte de la SRE, Jesús Seade.
Villalobos expresó que el comercio de alimentos entre México y Estados Unidos asciende a los 4 mil 750 millones de dólares, equivalente a 130 millones de dólares diarios.
“Si se impusiera esta tarifa, el impacto en agricultura sería del orden de mil 410 millones de dólares, 3.8 millones de dólares diarios, que impactaría a ambos lados de la frontera, particularmente al consumidor”, expuso el secretario de la Sader.
Ebrard rechazó que en las negociaciones que tendrán con el gobierno de Esta-dos Unidos se acepte que México sea el tercer país en el tema de las solicitudes de asilo, para territorio estadounidense.
Aun así, destacó el aspecto humanitario de la nueva política migratoria de México, por lo que en los primeros cinco meses de 2019, se recibieron 24 mil 451 solicitudes de refugio en México.
“Lo que corresponde a más de dos terceras partes del total de solicitudes pre-sentadas en el año anterior. Si continúan las tendencias actuales, ese número puede llegar a más de 60 mil para fines de 2019”, señaló.
Además, se decidió permitir el ingreso de ciertos migrantes centroamericanos afectados por la implementación unilateral por parte del gobierno de Estados Unidos de la Sección 235 de la Ley de inmigración y naturalización, “y en vista de lo anterior, desde el 29 de mayo de este año, México ha aceptado 8 mil 835 migrantes retornados, que ahora están esperando en su territorio una audiencia de asilo en los tribunales de Estados Unidos”.
El canciller subrayó que la propuesta de México es trabajar junto con Estados Unidos y el resto de la comunidad internacional, particularmente con los países involucrados en el tránsito del flujo, con el objetivo final de reducir la migración forzada al acelerar el desarrollo económico y el bienestar de El Salvador, Guatemala y Honduras.
TFA