El Gobierno de México alinea su política pública hacia una mejor administración pesquera, con responsabilidad y sustentabilidad en el aprovechamiento de los recursos, a fin de que este sector participe, en mayor medida, en la seguridad alimentaria.
Para ello, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), a través de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), emprendió al inicio de la actual administración un diagnóstico en materia de ordenamiento pesquero y acuícola, donde se detectó expedición irresponsable de permisos y autorizaciones de pesca, así como documentos clonados y duplicados, entre otras acciones irregulares y fuera de normatividad alguna.
En este sentido, las autorizaciones en materia de ordenamiento pesquero se realizaron sin el dictamen de viabilidad técnica del Instituto Nacional de Pesca y Acuacultura (Inapesca) y sin apego a la Ley General de Pesca y Acuacultura Sustentables.
La Dirección General de Ordenamiento Pesquero y Acuícola de Conapesca recibió la actual administración con una serie de rezagos y presuntos actos de corrupción, que están siendo documentados ante las instancias competentes, a fin de que se proceda conforme a la Ley.
Como parte de las acciones en materia de ordenamiento pesquero y acuícola, el Gobierno de México, a través de la Conapesca, puso en marcha el programa Ordenación Pesquera, que tiene como objetivo la revisión de todos los permisos expedidos por pesquería y por entidad en todo el territorio nacional para reevaluar el esfuerzo pesquero.
El aprovechamiento de los recursos pesqueros constituye una de las principales actividades en las comunidades costeras y ribereñas de México, por ello, la Dirección General de Ordenamiento Pesquero y Acuícola de la Conapesca regula esta actividad mediante la expedición de permisos de pesca, avalados por el Inapesca.
Por otra parte, la Carta Nacional Pesquera (CNP) –instrumento vinculante para la autoridad pesquera en la resolución de solicitudes de permisos y concesiones— se elabora con base en información científica disponible y con los modelos y enfoques de vanguardia en evaluación de recursos (datos estadísticos pesqueras de captura y esfuerzo).
Las fichas de la Carta Nacional Pesquera son realizadas con base en información científica y son reconocidas por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) como un instrumento innovador. Además, son la base de verificaciones internacionales como la Marine Stewardship Council (MSC) y la Seafood Watch Fisheries (SWF), ambos organismos que verifican mediante los estándares más rigurosos la sustentabilidad de actividades pesqueras en el mundo.
El Inapesca realizó un riguroso análisis técnico del contenido de las fichas de la CNP (publicadas en el Diario Oficial de la Federación (DOF) desde 2000 a 2012), considerando que era necesario rediseñar su contenido y fortalecer técnicamente las recomendaciones de administración pesquera. Derivado de esa revisión, la nueva CNP –publicada en el DOF el 11 de junio de 2018— fue actualizada y se le incorporó novedosas secciones, como la de “Efectos ambientales y cambio climático”. Además, el apartado “Medidas de manejo” de las versiones previas se sustituyó por la de “Normatividad e instrumentos de manejo pesquero” y cada ficha cuenta ahora con informe técnico que da sustento científico al contenido.
La información y recomendaciones de la CNP se sustenta en la divulgación del Libro Sustentabilidad y Pesca Responsable en México, publicaciones científicas y en la información técnica generada en alrededor de 150 proyectos anuales de investigación pesquera distribuidos en 14 Centros Regionales de Investigación Acuícola y Pesquera en ambos litorales del país.
Con base en los resultados de los programas y proyectos de investigación, además de elaborar la CNP, el Inapesca genera al año en promedio mil 500 opiniones y dictámenes técnicos con recomendaciones de manejo sobre controles y puntos de referencia, como vedas, tallas mínimas, sistemas y artes de pesca, cuotas de captura, controles de esfuerzo y mortalidad por pesca y zonas de refugio pesquero, que en su conjunto orientan sobre el aprovechamiento ordenado y sustentable de los recursos pesqueros.
La Conapesca, de enero a la fecha, ha gestionado ante el Inapesca las opiniones técnicas genéricas por pesquería, para estar en posibilidades de atender de forma rápida las solicitudes de prórrogas de vigencia de permisos de pesca, ello con estricto respeto al artículo 17, fracción VIII de la Ley General de Pesca y Acuacultura Sustentables, que determina que: Con el fin de conservar y proteger los recursos pesqueros y los ecosistemas en los que se encuentran las autoridades competentes en materia de pesca y acuacultura adoptarán el enfoque precautorio que incluya la definición de límites de captura y esfuerzo aplicables, así como la evaluación y monitoreo del impacto de la actividad pesquera sobre la sustentabilidad a largo plazo de las poblaciones.
En materia de regulación y normatividad pesquera, entre diciembre de 2018 y mayo de 2019 se publicaron en el DOF 13 documentos regulatorios: dos sobre Normas Oficiales Mexicanas (NOM) y 11 acuerdos regulatorios de carácter secretarial en temas de vedas, cuotas de captura y tallas de captura.
La NOM 003 de pelágicos menores (sardina y especies afines) en el océano Pacífico ha permitido actualizar los términos y condiciones para la pesca de estas especies con embarcaciones equipadas con red de cerco, así como mejorar el aprovechamiento sustentable de estos recursos, que ocupan el primer lugar de la producción pesquera y el quinto respecto a su valor en los últimos años.
Por su parte, los acuerdos de veda de camarón en ambos litorales permiten proteger los principales periodos de reproducción y crianza de este recurso, preservando el beneficio económico y social de la pesquería para la próxima temporada de captura y para generaciones futuras.
De igual forma, los ajustes a los periodos de veda de almeja chocolata en Baja California Sur y de tilapia en la presa Santa Rosa sirven para adecuar los periodos de aprovechamiento comercial de estas especies, considerando los cambios estacionales ocasionados por el cambio climático global que modifica los ciclos de reproducción y desarrollo.
Adicionalmente, al contarse con cuotas de captura de curvina golfina, atún aleta azul del océano Pacífico y el volumen de captura para el marlín azul y el marlín blanco, se garantiza que el efecto de pesca sobre estas poblaciones no comprometa su sostenibilidad, a la vez que se busca maximizar el beneficio social y económico, cumpliéndose a la vez con compromisos internacionales sobre medidas de ordenación pesquera.
Finalmente, al establecer tallas mínimas de captura de pulpo en el Golfo de México y mar Caribe se busca asegurar que los ejemplares capturados ya se hubieran reproducido al menos en una ocasión, permitiendo estabilidad a la población de este recurso que se ubica en 11º lugar de la producción pesquera nacional y 4º en valor.
Con estas acciones, tanto Conapesca como Inapesca, en su nueva etapa, permiten establecer la importancia del proceso de emisión de medidas regulatorias para el mantenimiento de pesquerías sustentables y la preservación de su aportación a la estabilidad económica, social y alimentaria, a nivel regional, estatal y nacional.
jhs