Dos buques petroleros sufrieron ataques el jueves en el Golfo de Omán y quedaron a la deriva, incidentes que dispararon el precio del petróleo y provocaban temor a un enfrentamiento entre Irán y Estados Unidos.
La Casa Blanca dijo que el presidente estadounidense, Donald Trump, fue informado del asunto, luego de que Washington acusó a Teherán de haber estado detrás de un incidente similar el 12 de mayo, cuando cuatro cargueros fueron atacados en la misma zona, una ruta vital para los embarques petroleros.
Rusia se apresuró a pedir cautela y dijo que nadie debería sacar conclusiones precipitadas sobre el incidente del jueves o usarlo para presionar a Teherán, que ha negado las acusaciones de Estados Unidos.
No hubo declaraciones inmediatas que adjudiquen culpa después de los incidentes del jueves, ni ninguna atribución de responsabilidad.
La tripulación del buque de bandera noruega Front Altair abandonó la embarcación en aguas del Golfo entre los estados árabes e Irán después de una explosión que, según una fuente, se habría producido por una mina magnética. La deflagración dejó el barco en llamas y enviaba una enorme columna de humo negro.
La tripulación fue rescatada por un barco que se encontraba en las cercanías y trasladada a una embarcación iraní.
El segundo petrolero, operado por una firma japonesa, fue impactado presuntamente por un torpedo. La tripulación también fue rescatada y se encuentra a salvo.
“SOSPECHOSOS”
Una unidad naval de Estados Unidos en Bahréin dijo que había asistido a los dos buques petroleros luego de recibir llamados de emergencia.
Los precios del petróleo escalaron hasta un 4% tras la noticia de los ataques, ocurridos cerca de la entrada del Estrecho de Ormuz, una arteria crucial para los embarques de petróleo desde Arabia Saudita, el mayor exportador mundial, y otros grandes productores del Golfo Pérsico.
“Debemos recordar que cerca del 30% del crudo mundial (por vía marítima) pasa por el Estrecho. Si las aguas se están volviendo poco seguras, podría estar en riesgo el suministro para todo el mundo occidental”, dijo Paolo d’Amico, presidente de la asociación de tanqueros INTERTANKO.
Las tensiones se han incrementado en la región desde que Estados Unidos se retiró de un acuerdo entre Irán y potencias mundiales que buscaba detener las actividades nucleares de la república islámica.
El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, describió los incidentes del jueves como “sospechosos” en Twitter, destacando que se produjeron durante una visita a Teherán del primer ministro japonés, Shinzo Abe.
En tanto, Reino Unido afirmó que estaba “profundamente preocupado” por los ataques. Alemania, que al igual que Reino Unido sigue siendo firmante del acuerdo nuclear con Irán, afirmó que la situación es peligrosa y que todas las partes deberían evitar una escalada.
La Liga Árabe dijo que algunos estaban “tratando de avivar el fuego en la región”, sin mencionar a nadie.
jhs