Veganocracia

Por Pepe Martínez “El vegano de closet”

Debo iniciar reconociendo que el adentrarme en la revisión y estudio de temas sobre lo el veganismo, la cultura de protección y bienestar animal me ha causado sorpresas agradables. Hablar de lo vegano como estilo de vida puede resultar trivial para algunos, sin embargo, los hechos demuestran es una tendencia social que ha cobrado gran fuerza desde los años 80 y es parte del contexto social del mundo en el siglo XXI.

El primer paso es hablar de las definiciones, la literatura en estos temas es muy escasa y se basa fundamentalmente en libros de recetas.

¿Qué es el veganismo? Sin duda ya rebasamos la discusión sobre si es una moda, auténticamente es una forma de vida que va más allá de de evitar la carne, la ingesta de leche de vaca en la dieta o censurar el uso de pieles en nuestra vestimenta.

Se trata de un verdadero movimiento, en el que participan mayoritariamente jóvenes quienes reflexionan sobre el respeto hacia los recursos naturales del planeta para establecer una relación amorosa y compasiva hacia los animales.

El veganismo mueve a la reflexión sobre la ética de nuestros hábitos, cuestiona severamente a la industria que utiliza a seres vivos como insumos, es decir, cosas haciendo de la crueldad y la matanza en serie, un factor de análisis que está directamente relacionado con nuestra salud. El uso excesivo de hormonas y antibióticos para el ganado destinado al consumo humano es uno de los factores que reivindican los argumentos del veganismo, que también tiene feroces detractores.

El británico, Philip Lymbery, director ejecutivo de la Organización Internacional para el Bienestar Animal Compassion in World Farming (CIWF) es uno de los críticos más enérgicos de la ganadería industrial y ha dedicado parte de su vida a estudiarla y cuestionarla.

Según Lymbery, en el mundo se crían cerca de 70 mil millones de animales al año, de los cuales dos tercios se encuentran en granjas industriales destinados para la alimentación.

México es el país de latinoamérica en el que más personas declaran ser veganas. Según diversas fuentes, entre ellas la revista Forbes o la empresa encuestadora e investigadora de mercados Nielsen, cerca del 9% de la población en nuestro país se declara vegana y 19% es vegetariana.

Es decir, si consideramos que según el Inegi en su censo más reciente somos más de 120 millones de mexicanos, significa que cerca de 10.8 millones de personas no consumen carne, ni productos derivados de los animales como principio ético de convivencia armónica en su entorno para la preservación del medio ambiente y la sustentabilidad del planeta.

Siguiendo esta métrica, cerca de 24 millones de mexicanos son vegetarianos que basan su alimentación en los vegetales, pero se permiten el uso de mantequillas, lácteos y no tienen inconveniente en vestir pieles.

Por todo esto considero que ha nacido la veganocracia y me ocuparé de darle el espacio que merece.

LEG