La Arquidiócesis Primada de México hizo un llamado a las autoridades y a quienes están al frente de la impartición de justicia a que no sea omisas y ejerzan debidamente su responsabilidad ante el dolor causado por “la mano criminal”, y a la sociedad a no resignarnos al mal.

En su editorial del semanario Desde la Fe se señala: “No nos resignaremos al mal, la iglesia católica de México menciona que los nombres de jóvenes, niños y adultos como Norberto Ronquillo, Leonardo Avendaño, Alexis Flores Flores, Carlos Sinuhé, Miranda Mendoza y los 43 de Ayotzinapa, entre muchos otros, no sólo son acusación a sus raptores y asesinos, sino también constituyen un reclamo incisivo a quienes tienen la responsabilidad en la educación, en la comunicación social o en la promoción de valores”.

Menciona que en ocasiones da la impresión de que gobernantes y medios de comunicación, lo mismo que ciudadanos de a pie o expertos de todo tipo, nos vamos habituando y hasta alentamos la conducta criminal; “no aplicar con oportunidad y claridad la justicia, dar preferencia a la nota roja, viralizar morbosamente las escenas de cualquier abuso, o dejar los crímenes en mera estadística, son prueba de una injusticia domesticada, del mal social cotidiano que aspira a ser parte del horizonte”.

“Ante esta situación se han construido diversos slogans (estribillos) que jamás deberíamos haber siquiera imaginado: ¡No más sangre!, ¡Ya basta!, ¡Ni una más! Todos ellos son un grito desesperado que nunca debió existir, son consecuencia de la impunidad cultivada por décadas y son muestra de la ineficacia de gobernantes con discursos que no aterrizan en la justicia y que no abonan al respeto y la concordia” se menciona.

“Y quienes están al frente de la impartición de justicia –nuestros gobernantes- deben sentirse los primera y mayormente interpelados. Su omisión, descuido o ineficacia tristemente compiten con el dolor causado por la mano criminal”, concluye la editorial Desde la Fe.

gac