Las protestas multitudinarias en las calles de Hong Kong en contra del proyecto de la Ley de Extradición dejaron un saldo positivo.
La jefa del Ejecutivo de ese distrito asiático, Carrie Lam, pidió disculpas y aceptó su responsabilidad en los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes, incluyendo los acaecidos ayer mismo, durante las masivas protestas en demanda de su renuncia, luego que el sábado se informara de la suspensión del proyecto de dicha ley.
“La jefa ejecutiva se disculpa ante el público y promete que aceptará cualquier crítica con sinceridad y humildad”, difundió el Gobierno local.
Reconoció un trabajo inadecuado de las autoridades en los hechos de violencia que derivaron tras las manifestaciones de protesta el miércoles pasado, en las que la policía dispersó a los manifestantes con gas lacrimógeno y balas de goma, lo que dejó 81 heridos y 11 detenidos:
“La insuficiencia del trabajo del gobierno ha causado que muchos residentes se sientan decepcionados y entristecidos”.
Ayer, miles de ciudadanos salieron a las calles para exigir la dimisión de Lam.
La iniciativa de ley que establece que los sospechosos de delitos mayores de 20 años podrían ser extraditados a China, si las autoridades de ese país lo solicitan.
De ser aprobada, los jefes del Ejecutivo y los tribunales de Hong Kong podrían tramitar las solicitudes de extradición, caso por caso, sin supervisión legislativa.
jhs