Un fenómeno se está dando en pequeños y medianos negocios que revela un poco de las condiciones laborales en que estaban los jóvenes en el país y también la disparidad en las cifras de empleo del INEGI.

Hasta mi castillo han llegado varias cartas exponiendo casos de personas que tenían un empleo antes del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, pero que están migrando a ser becarios porque les va mejor.

¿Por qué? Porque con el programa ahora ganan tres mil 600 pesos al mes y, ademas, hacen la mitad de horas que las que tenían en su empleo formal. Es decir, que seguramente estos trabajadores ganaban menos de 900 pesos semanales o lo mismo.

De acuerdo a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, hasta ahora han sido al menos siete mil trabajadores quienes han renunciado a sus empleos y se han sumado a dicho programa que es para personas de 18 a 29 años.

Por supuesto que esta migración no sólo beneficia a los jóvenes trabajadores, sino que los patrones pasan de ser jefes a tutores, tienen empleados a los que ya no les pagan un sueldo, ni les brindan seguridad social porque se las da el Gobierno y también aumenta la productividad de sus negocios.

Lo anterior podría también explicar un poco las cifras de desempleo que dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, el INEGI, y la discrepancia con el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Mientras el INEGI no considera a los jóvenes de los programas sociales como trabajadores, AMLO se empeña en decir que 500 mil personas de Jóvenes Construyendo el Futuro y otros 200 mil de Sembrando Vida sí lo son, y deben entrar en los números de creación de empleos.

Según el INEGI, los becarios jóvenes sí están en un centro de trabajo y sí reciben una remuneración, pero no deben ser considerados como trabajadores. Lo mismo pasa con beneficiarios de otros programas.

Peeero en los hechos, quienes estaban como trabajadores en una chica o mediana empresa siguen laborando ahí, siguen produciendo ahí, sólo que ahora el patrón ya no es responsable de ellos, sino el Gobierno.

Primero. ¿En qué condiciones estaban esos trabajadores que vieron como una mejor opción ser becarios y ganar tres mil 600 pesos mensuales?
Segundo. ¿Acaso hay patrones que se están beneficiando de esto, porque prefieren que sus trabajadores migren a otro esquema que mejorarles sus condiciones laborales?

En el baúl: cuerpos diplomáticos y defensores de derechos humanos están preocupados, y encendieron las alertas por puntos de la frontera sur donde se concentrará ahora el paso de migrantes a México. Aseguran que con la vigilancia de la Guardia Nacional serán ahora lugares específicos por donde pasen y esto, por supuesto, conllevará un incremento en el riesgo, pero también un aumento en las ganancias de los polleros que, al final, serán los ganones.

¡Regresaré!