El caso de la compra de Fertinal, por el que es investigado Emilio Lozoya, tiene a prueba la estructura monolítica del grupo encabezado por el ex presidente Enrique Peña Nieto.

El hoy ex Presidente se rodeó, durante su gestión, de un compacto grupo que era el responsable de las decisiones políticas y económicas de gran calado.

Si, como anunció Javier Coello, abogado defensor de Lozoya, se puede llamar a testificar a Peña y Luis Videgaray, entre otros, se sabrá si realmente el mexiquense –al parecer, último representante del otrora poderoso Grupo Atlacomulco- sigue manteniendo el control de cofradía.

No es un asunto menor, pues se trataría, si eso ocurre –aunque Coello dijo no buscan imputarles nada, sólo utilizar su testimonio en beneficio de su cliente (ajá)-, de la primera vez que un ex Presidente de la República es sentado ante un ministerio público al menos como testigo.

Imagínese la foto.

Lozoya siente que lo dejaron solo, y no sólo eso, sino que será el chivo expiatorio del sexenio.

Pero como alguna vez declaró, tiene los recursos y el tiempo suficiente para defenderse, aunque en medio se lleve a sus ex amigos y acaso ex socios.

****
Un viejo conocido en el caso de las investigaciones “independientes’’ del caso Ayotzinapa, Omar Gómez Trejo, fue designado como fiscal especial para el esclarecimiento de los hechos ocurridos en septiembre de 2014.

Gómez Trejo fue el secretario ejecutivo del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), aceptado por el gobierno de Peña para acompañar las investigaciones de la entonces Procuraduría General de la República (PGR).

Así que el nuevo fiscal no es ningún improvisado y no comenzará de cero su trabajo.

Eso sí, no la tiene nada fácil no sólo por el tiempo transcurrido, sino por la presión que ejercerán los padres de los desaparecidos para que se cumpla la promesa de López Obrador de esclarecer en este sexenio esos lamentables hechos.

****

La elección de su nuevo presidente costará al PRI entre 60 y 70 millones de pesos, costo muy inferior a los 240 millones de pesos estimados por el Instituto Nacional Electoral (INE).

Como sea, se trata de una fortuna que el tricolor deberá gastar para recuperar algo de credibilidad en sus procesos internos.

Ayer comenzaron las campañas de los dos principales candidatos, Ivonne Ortega Pacheco y Alejandro Moreno Alito.

La yucateca inició en Guanajuato y el campechano, en Querétaro.

Le preguntamos a Ortega si cabría la posibilidad de que el PRI se ahorrará esos millones de pesos si las preferencias se marcaban notablemente a favor de uno u otro, y su respuesta fue un contundente ¡no!

Así que la rueda comenzó a girar, y si no sucede un acuerdo de último minuto, de ésos a los que el PRI nos tiene acostumbrados, será el 11 de agosto próximo cuando, en una elección abierta sólo a la militancia, se conozca el nombre del próximo presidente del tricolor.

****

La aplanadora de Morena en el Congreso de la Ciudad de México bateó una petición del diputado Federico Döring para que la Secretaría de Seguridad Ciudadana y la alcaldía Miguel Hidalgo informaran las acciones que llevan a cabo para combatir el robo a casas habitación en la zona.

 

El delito se ha exponenciado –aunque vale precisar que no sólo en esa alcaldía-, pero como los diputados locales de Morena seguro “tienen otros datos’’, mandaron a la basura la petición de Döring.