FOTO: REUTERS Tras su rápida reunión en la aldea de la tregua de Panmunjom, en la frontera intercoreana, a la que también asistió el presidente surcoreano, Moon Jae-in, queda clara la buena voluntad de las tres partes  

La sorpresiva reunión de este domingo entre el líder norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, da nuevas esperanzas de diálogo entre ambas partes, luego de la fallida cumbre realizada en febrero en Hanói, Vietnam.

 

Tras su rápida reunión en la aldea de la tregua de Panmunjom, en la frontera intercoreana, a la que también asistió el presidente surcoreano, Moon Jae-in, queda clara la buena voluntad de las tres partes por conseguir un acuerdo en el proceso de paz.

 

Los mandatarios iniciaron su cara a cara tras estrecharse las manos en la Línea de Demarcación Militar, en la frontera intercoreana, Kim y Trump posaron para las cámaras antes de dirigirse con Moon a la Casa de la Libertad en Panmunjom. El encuentro duró 53 minutos.

 

Los líderes de Pyongyang y Washington comenzaron a las 15:59 hora local (6:59 GMT) su reunión bajo la mirada de la prensa, pero tras pronunciar algunas palabras dejaron solos a los dos líderes para su diálogo.

 

Tras la reunión, ante la prensa, el presidente Trump dijo que formará un equipo a nivel de trabajo, liderado por su secretario de Estado, Mike Pompeo, para mantener negociaciones con Corea del Norte durante dos o tres semanas, destacó la agencia Yonhap.

 

Agregó que quedan varios temas difíciles por delante, pero que ahora verán las negociaciones del equipo de trabajo.

 

La postura de Trump deja ver la posibilidad de que Corea del Norte y Estados Unidos celebren las negociaciones a nivel de trabajo para preparar otra reunión cumbre entre Kim y Trump.

 

En tanto, el presidente surcoreano dijo que, mediante la reunión entre los dos líderes, este domingo, se ha superado una gran colina en el proceso de paz.

 

Moon aclamó la forma tan valiente y única del presidente estadounidense para abordar las cuestiones, afirmando que ha dado una gran esperanza para los coreanos en ambos lados de la península.

 

tfa