“No creer lo que dicen los líderes políticos ahora se ha convertido en casi una configuración predeterminada. ‘Hablar como un político’ se ha convertido en un eufemismo popular de distorsionar la verdad o simplemente mentir. Enfrentados al desafío de determinar si los líderes políticos nos dicen la verdad, los ciudadanos deben convertirse en expertos decodificadores. Esto, ya que los políticos parecen particularmente buenos para decir cosas que resultan (…) significar algo muy diferente”. Dicho de otro modo, en política, las palabras (su frecuencia, su significado principal y secundario, su tono, etc.) importan, y mucho.
Esta opinión de Stephen Coleman (2017), profesor de Comunicación Política en la Universidad de Leeds, en Reino Unido, sintetiza bien la importancia de saber, con un grado significativo de precisión, a lo que un político se refiere cuando habla de conceptos como “democracia”, “igualdad”, “desarrollo”, “justicia”, etc. Pero, de igual manera, es crucial entender las equivalencias de nociones menos grandilocuentes; es decir, de conceptos más mundanos que utilizan los políticos en su interacción diaria con la gente y los medios.
Por ejemplo, ¿a qué se refiere López Obrador cuando habla de “corrupción”? Ciertamente no solo se refiere al acto o a la intención de obtener beneficios al margen de la ley, sino que habla de toda una porción del espectro político mexicano. ¿Esta es una manera sensata de ver la corrupción? Claro que no, ya que parte de una premisa dogmática de pureza propia e impureza ajena que, probablemente, influya en la creación de políticas en términos de minimizar la corrupción de los “suyos” y maximizar la de los “otros”. En cualquier caso, México pierde. Por eso, es importante tratar de entender mejor a qué se refiere el presidente cuando usa X o Y concepto, no por su significado literal, sino por el que él les da.
Austeridad: Reducir o eliminar el presupuesto de tareas cruciales del Estado (véase la reciente escasez de medicinas y la cancelación de las guarderías) para fondear programas de entrega de dinero a la mayor cantidad de mexicanos posible, con miras a fortalecer la presencia de MORENA en las elecciones estatales venideras, y en la congresional de 2021.
Benditas redes: En alusión a los perfiles de redes sociales, reales o falsos, que celebran o matizan cualquier acción u omisión del gobierno federal o de los gobiernos estatales de MORENA, y que atacan con virulencia cualquier crítica contra el presidente o su partido.
Conservador/a: Persona u organización con ideas distintas a López Obrador; puede ser, incluso, un militante o simpatizante de MORENA si este propone (véase el caso del Dip. Alfonso Ramírez y su propuesta de federalizar la tenencia) algo que no guste al presidente.
Dos Bocas: Proyecto de refinería contaminante y costoso sin los permisos legales para ser construida en Tabasco. Impulsada por la idealización de un pasado nacional adicto al petróleo. Negación simbólica de la transición a energías limpias que México necesita.
Extranjero/a: Condición de algo o alguien sospechoso, perverso, y/o potencialmente corrupto, contrario a la retórica nacionalista explotada por López Obrador. Enemigo natural de México hasta que se demuestre lo contrario, vía el apoyo público irrestricto al presidente.
Fifí: Cualidad de un sujeto, grupo o institución, que cuestiona las políticas presidenciales. En el caso de personas, suele asociarse a condición socioeconómica real o imaginaria y al color de su piel. Etiqueta informal para aglutinar todo lo que no apoye a López Obrador.
El segundo volumen del Diccionario Básico AMLO-Español continuará la próxima semana…
@AlonsoTamez