Por primera vez desde que ganó la Presidencia de la República, Morena, el partido en el poder, cambiará de dirigencia. Se espera que la convocatoria salga en octubre, para que, como se acordó en agosto del año pasado, el cambio se concrete en noviembre.

Quien obtenga la presidencia de ese instituto político estará a la cabeza de un movimiento ciudadano, exitoso, que transita hacia su consolidación como partido, con recursos millonarios y la mayoría en varios congresos locales, así como en la Cámara de Diputados y Senadores, junto con seis gubernaturas y la Jefatura de Gobierno.

El tiempo se acerca. A cuatro meses del plazo establecido las piezas se mueven como en un tablero de ajedrez, y los nombres de candidatos se asoman, unos más discretos que otros. Algunos, que empujaban fuertemente como Alejandro Rojas Díaz Durán, se han disipado.

Actualmente hay dos nombres que se muestran con más posibilidades, según su posición, sus alianzas y su cercanía con el proyecto de Andrés Manuel López Obrador, quien finalmente creó e impulsó la plataforma de ese partido que apenas tiene cinco años.

Bertha Luján, la madre de la actual secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde Luján, se perfila como una de las más serias y fuertes candidatas, pero el diputado federal Mario Delgado ha comenzado a posicionarse conforme se acerca noviembre.

Delgado, líder de la bancada morenista en San Lázaro, ha dicho públicamente que esperará la convocatoria para decidir si va o no por la dirigencia nacional de su partido, pero en el interior de Morena aseguran que ya da los primeros pasos en ese sentido y que ya hay quien recolecta firmas en la Cámara en favor de quien fuera secretario de Finanzas de la Ciudad de México… y aún más allá. Por ejemplo, en el Estado de México ven al texcocano Higinio Martínez con alguien que ha comenzado a operar en favor del diputado.

El espaldarazo del senador Ricardo Monreal a Mario Delgado de la semana pasada lo pone, al menos por el momento, en la mira, aunque su postura es la de esperar la convocatoria.

“Mario Delgado es un peso completo y una personalidad política en Morena”, comentó el senador sobre su compañero en el Congreso de la Unión.

Quienes conocen al senador Monreal aseguran que el apapacho no es casual ni una respuesta forzada ante una pregunta inesperada. El experimentado legislador, operador del actual Presidente, sabe callar y guardar una postura, cuando lo considera necesario, y la emite cuando quiere hacerlo… y así lo hizo.

Y su comentario vaya que metió ruido y provocó incomodidad.

#¿LoboEstásAhí?

… Y mientras tanto en el PRI, el tiempo corre y ya con la eliminación de Lorena Piñón, por haber sido candidata al PAN en 2015 y 2016, para la elección del Congreso de Veracruz, quien toma la delantera es el gobernador de Campeche con licencia, Alejandro Moreno Cárdenas, Alito.