No es que esto también sea el deporte, es que precisamente esto es el deporte, en esto consiste, de esto se trata: del deportista que se contempla a sí mismo como en una película, del que se atrevió a soñar y desde siempre luchó por su sueño, de inspiración y superación.
Hasta ahora ha sido más corta la vida de Cori “Coco” Gauff (quince años) que la estadía en la élite del tenis de Venus Williams (por lo menos veinte), lo que permite analogías sólidas e incontestables como los derechazos de la adolescente. Por ejemplo, que cuatro años antes de que Gauff naciera, Venus ya había llegado a la final de los cuatro torneos de Grand Slam y ganado tanto Wimbledon como US Open, así como dos medallas olímpicas de oro.
Que Gauff eliminara a Venus del actual certamen de Wimbledon, pudo sorprender a muchos, pero no a una chica que a inicios de 2017, cuando no pasaba de los doce años, declaró tan suelta: “aspiro a ser la mejor de la historia”, nada de limitarse a pequeñeces.
Ninguna improvisada. Desde que sus padres notaron que la niña tenía algo especial con la raqueta, su talento ha sido desarrollado con minuciosidad quirúrgica, siempre viendo como espejo a las hermanas Williams. Por ello, al terminar el partido en Wimbledon, Gauff dijo a Venus unas palabras que, acaso con la turbación de la derrota, la veterana no dimensionó: “Gracias por lo que has hecho. No estaría aquí si no fuera por ti”.
Como las Williams, Cori “Coco” Gauff es afroamericana. Como ellas, cuenta con un respaldo total en casa (su madre, maestra de formación, se ocupa de su educación particular). Como sus dos modelos, muy pronto ha desarrollado un cuerpo idóneo para marcar época (largos brazos, más de 1.70 de estatura, poderío físico), aunque no tan imponente como su solidez mental. Tan apegada a las dos hijas del polémico Richard Williams que muchos la ven como una perfecta mezcla de las condiciones de Venus y Serena. ¿En qué se parecen? Quizá en parecerse a Coco.
Ya era conocido el talento de Gauff entre los expertos en las promesas del tenis. Sin embargo, no para explotar así de pronto. Eliminar de Wimbledon a Venus Williams ha disparado la carrera de Gauff a tal velocidad que hoy ya nadie sabe qué esperar en lo inmediato.
De vuelta en su realidad infantil, en sus preocupaciones de exámenes en el instituto (cinco días atrás superó uno de ciencias), Coco se refirió a las palabras de gratitud que dedicó a su víctima: “siempre quise decírselo, nunca había podido hacerlo”. A Venus le costará entenderlo, pero habrá de admitir: ninguna forma más genuina de hacer un homenaje a alguien que usándolo como inspiración para vencerlo.
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