Una escultura de piedra del faraón Tutankamon, de unos 3 mil años de antigüedad, fue vendida en la casa de subastas Christie´s por 5.9 millones de dólares, pese a las protestas del gobierno egipcio y la exigencia de que fuera devuelta a su país de origen.
La obra artística, hecha en cuarcita rojiza (una roca metamórfica con alto contenido de cuarzo) fue rematada por 5.9 millones de dólares (4.7 millones de libras esterlinas) por la casa de subastas de la capital británica.
El “Rey Niño“, es el más famoso de todos los faraones de Egipto, pese a que sólo gobernó durante nueve años y murió a la edad de 20.
“Esta cara es reconocible entre mil caras reales egipcias”, afirmó la jefa de Arte y Antigüedades de Londres, Laetitia Delaloye.
“Los ojos en forma de almendra, especialmente los pómulos altos y un labio superior más grueso que el inferior, indican que este es inequívocamente el famoso Tutankamon, del antiguo Egipto”, dijo.
Con más de 28 centímetros de alto y tallada en cuarcita, la escultura de Tutankamon (que se traduce como “la imagen viva de Amon”) muestra al “Rey Niño” adoptando la forma del dios egipcio Amon, explicó la especialista.
“Es una pieza muy bien conocida (…) y nunca fue objeto de reclamación”, manifestó Delaloye. “Nunca ofreceríamos una pieza con la que haya dudas sobre su procedencia”, sentenció.
La pieza está en una condición extraordinaria y sólo tiene dañadas las orejas y la nariz. Se cree que podría venderse por más de cuatro millones de libras, y que lo más probable es que el comprador sea un coleccionista, apuntó la casa Christie’s antes de la subasta.
Egipto exigió tiempo atrás la devolución de objetos sacados por arqueólogos y excursionistas imperiales, como la Piedra Rosetta, exhibida en el Museo Británico.
Christie’s defendió el proceso de venta. La casa dijo que verificó con diligencia el origen de la escultura y que fue más allá para asegurar su título legal.
El hallazgo de la tumba de Tutankamon se realizó el 14 de noviembre de 1922 por el egiptólogo británico Howard Carter, en uno de los descubrimientos arqueológicos más sobresalientes del siglo XX.
DJOR