La oposición conservadora de Grecia regresó al poder con una contundente victoria en las elecciones anticipadas de ayer; el primer ministro electo, Kyriakos Mitsotakis, dijo que escuchó el claro mandato de cambio, prometiendo más inversiones y menos impuestos.
La victoria pareció deberse a la fatiga provocada por años de ajustes obligados por la Unión Europea, junto a un alto desempleo, después de que el país estuvo a punto de salir de la zona euro en 2015, en el peor momento de su crisis financiera.
Hasta el cierre de esta edición, el conservador Nueva Democracia obtenía 39.6% de los votos, con 73% de las papeletas contadas, frente al 31.6% del gobernante Syriza, de Alexis Tsipras, según cifras oficiales del Ministerio del Interior.
Los sondeos a la salida de las urnas indicaron que Nueva Democracia ganó entre 155 y 167 de los 300 escaños del Parlamento, beneficiándose de un sistema electoral que agrega diputados adicionales al primero.
Mitsotakis dijo en un discurso televisado que el resultado electoral le da un mandato fuerte y claro para cambiar Grecia.
“Estoy comprometido con impuestos más bajos, muchas inversiones para trabajos buenos y nuevos, y un crecimiento que nos traerá mejores salarios y pensiones más elevadas en un estado eficiente”, afirmó Mitsotakis.
Tsipras dijo que respeta la voluntad de sus compatriotas: “Hoy aceptamos con la cabeza alta el veredicto popular. Para llevar a Grecia hasta donde está hoy tuvimos que adoptar decisiones difíciles (con) un gran costo político”.
LEG