Trabajar por la noche tiene repercusiones graves debido a la alteración que supone del ritmo biológico natural, apuntan especialistas en medicina preventiva; en 2007, la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer lo incluyó entre los agentes probablemente cancerígenos.
Actualmente resulta imposible no trabajar de noche, pues existen servicios públicos indispensables. Sin embargo, algunos expertos son partidarios de limitar ese tipo de trabajo al máximo.
En 2016, la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de la Alimentación, del Medio Ambiente y del Trabajo (ANSES) en Argentina, realizó un informe con las secuelas que provoca este tipo de trabajo.
ANSES considera que laborar en horario nocturno tiene relación directa con trastornos del sueño y metabólicos (como el sobrepeso y la diabetes tipo 2). Encuentran probable su vinculación con enfermedades cardiovasculares, psiquiátricas y otras; en las mujeres podrían aumentar el riesgo de sufrir cáncer de mama.
El extra:
Debido a que en algunos casos es imposible suprimir el trabajo nocturno, ANSES explicó sería preciso reforzar la vigilancia médica de los empleados que se vean obligados a llevar estos horarios atípicos; por ejemplo conductores de vehículos, médicos, militares, policías, obreros y personal de asistencia sanitaria.
LEG