El primer plantel del Instituto de Estudios Superiores (IES) Rosario Castellanos, con capacidad para cuatro mil estudiantes, fue presentado ayer en la Segunda Sección de San Juan de Aragón, alcaldía de Gustavo A. Madero.
El plantel, ubicado en la Avenida Loreto, esquina con Avenida 506, arrancará con las carreras de Ciencias de Datos, Contaduría y Finanzas, Derecho y Criminología, Urbanismo y Desarrollo Metropolitano, Ciencias Ambientales, Ciencias de la comunicación y Relaciones internacionales, destacó la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo.
Mientras que en febrero de 2020 se abrirán las inscripciones para Filosofía, Lenguas Hispánicas, Turismo, Psicología e Ingeniería en Control y Automatización. Así como las especialidades en Interculturalidad, Derechos Indígenas y en Memoria y Territorio. En la modalidad a distancia se impartirán las carreras de Tecnologías de la Información y Comunicación, Administración y Comercio.
La mandataria destacó que la sede fue donada por el alcalde de Gustavo A. Madero, Francisco Chiguíl, en la cual la alcaldía invirtió casi 100 millones de pesos.
“Pero no sólo eso, le dijimos –si quieres, nosotros terminamos- y dijo, -no, yo la quiero terminar-. Así que él le invirtió todavía 11 millones de pesos más para terminar las líneas de conectividad y los elevadores”, presumió la mandataria capitalina.
Sheinbaum explicó que a partir del 9 de julio se abrirá la convocatoria para aplicar para el IES, la cual estará disponible en www.rcastellanos.cdmx.gob.mx.
Para poder inscribirse solo será necesario presentar el certificado de bachillerato y acreditar un curso propedéutico; en el caso de los profesores, éstos serán seleccionados por un Comité Técnico y, además, deberán acreditar unos cursos que se les impartirán.
Dependiendo la carrera, se ofrecerá doble titulación, ya sea por la UNAM o por el Instituto Politécnico Nacional (IPN).
El instituto buscar ser una opción para quienes no logran ingresar a la UNAM, el IPN y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM): “Se ha dicho muchas veces que el examen de admisión a la universidad (…) en realidad es un filtro, no necesariamente porque los estudiantes tengan buenas o malas calificaciones o porque no puedan estudiar, sino sencillamente porque no hay suficientes espacios para que los jóvenes puedan seguirse desarrollando”.
LEG