Excepto Corea del Norte y Rusia, ningún otro país ha desafiado tanto a Estados Unidos después de la Guerra Fría como Irán, que ha aumentado su poderío militar y nuclear en los últimos años, superando en este ámbito a Israel y Arabia Saudita, aliados clave de Washington en Medio Oriente.
La tensión entre Irán y Estados Unidos se intensificó el 1 de abril, cuando Teherán superó el límite de sus reservas de uranio poco enriquecido establecido en el acuerdo nuclear firmado en 2015 -fijado en 300 kilógramos- y amenazó con destruir Israel en media hora si EU ataca a la república islámica.
El tono aumentó aún más el lunes pasado, cuando Irán aseguró haber superado el nivel de enriquecimiento de uranio, a 4.5 por ciento, casi un punto por encima del límite de 3.67 por ciento fijado en el pacto, y advirtió que podría llegar a 20%, informó la agencia iraní IRNA.
Ayer mismo, la Agencia Internacional para la Energía Atómica (AIEA) confirmó esos niveles, por lo que integrantes del organismo de control nuclear de la ONU sostuvieron una reunión a puerta cerrada en la que abordaron el tema.
En respuesta, Estados Unidos advirtió que aumentará la presión contra Irán hasta que abandone sus ambiciones militares y nucleares, para evitar que adquiera un arma atómica, informó el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, en un discurso en Washington.
Luego, el presidente Donald Trump advirtió que las sanciones contra Irán pronto se incrementarán de forma sustancial.
“Irán ha estado durante tiempo enriqueciendo (uranio) en secreto, en total violación del terrible acuerdo por 150 mil millones de dólares hecho por (el ex secretario de Estado), John Kerry, y la Administración Obama”, escribió en Twitter.
“Recuerden, ese acuerdo iba a expirar al cabo de unos pocos años. Las sanciones pronto serán incrementadas de manera sustancial”.
El incumplimiento del pacto, el reciente derribo de un dron estadunidense presuntamente en el espacio aéreo iraní y los ataques contra petroleros en el Golfo de Omán que Estados Unidos e Israel atribuyeron a Irán, elevaron las tensiones en Medio Oriente.
Si bien el presidente Donald Trump y el régimen iraní insisten en que no desean una guerra, ambos países han incrementado su poderío militar, incluso Estados Unidos ordenó a mediados de junio el envío de mil soldados adicionales a Medio Oriente.
Amenaza velada
En el ámbito nuclear, Irán tiene siete instalaciones que preocupan a Occidente, porque teme se esté fabricando una bomba atómica:
• Complejo industrial de la ciudad de Arak, alberga una planta de fabricación de agua pesada abierta y un reactor nuclear
• Central nuclear de Bushehr, cuenta con un reactor nuclear, el cual utiliza uranio enriquecido al 3.67%
• Mina de uranio de Gachin, desde donde el concentrado de óxido de uranio, conocido como “torta amarilla”, es enviado a la planta de Isfahan para su enriquecimiento
• La planta de conversión de uranio de Isfahan, en la que funciona el Centro de Tecnología Nuclear
• Planta de enriquecimiento de uranio de Natanz, cavada en las entrañas de un cerro en prevención de un ataque aéreo israelí o estadounidense
• Parchin, en donde está uno de los centros de fabricación de munición más importantes de Irán
• Fordow, planta de enriquecimiento de uranio
LEG