Este sábado la tormenta tropical Barry tocó tierra al ingresar a la localidad de Intracoastal City, en el estado de Luisiana, con vientos máximos sostenidos de 112 kilómetros por hora, informó el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos.
La alcaldesa de Nueva Orleans, LaToya Cantrell, indicó que mantuvo su confianza en la respuesta de los ciudadanos, pero explicó que las inundaciones seguían siendo una amenaza y pidió a la gente que no se ponga cómoda.
“No estamos fuera de las condiciones que causarán fuertes lluvias en la ciudad de Nueva Orleans”, dijo Cantrell esta mañana. Las autoridades locales señalaron que el potencial del río Mississippi para superar los diques que rodean al área metropolitana de Nueva Orleans ya no es una preocupación.
El superintendente Shaun Ferguson, del Departamento de Policía de Nueva Orleans, anunció que no se llamará a toque de queda este sábado.
Con información de The New York Times
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