Una manifestación en la que participaban cientos de personas en contra de la ley de extradición, terminó hoy con enfrentamientos entre policía y manifestantes, mientras los periodistas se sumaron a las protestas con una marcha silenciosa en contra de la violencia.
Testigos señalaron que tras el inicio pacífico de la marcha en el distrito de Sha Tin, cuando los organizadores la dieron por terminada comenzaron los enfrentamientos en la calle Yuen Wo en donde oficiales trataron de reprimir a los manifestantes y les rociaron gas pimienta.
Manifestantes con cascos, máscaras y otros con paraguas se desplazaron hacia la carretera Yuen Wo, fuera de la ruta oficial de la marcha, en donde colocaron barricadas en cinco carriles y formaron una cadena para pasarse cajas de cartón que utilizaron como escudos.
El parlamentario opositor Eddie Chu Hoi-dick exhortó a la policía a evitar la violencia contra los manifestantes como ocurrió ayer sábado en la marcha de ese día, según publicó hoy South China Morning Post.
A través de mensajes en Internet circularon versiones sobre que los manifestantes podrían utilizar bombas molotov y por ello fueron desplegados agentes con equipo especial de protección para vigilar el área de las protestas.
La Comisionada Adjunta de Policía, Rebecca Lam Hiu-tong, llamó a los manifestantes a retirarse y no participar en actividades ilegales, según un video en Facebook, que citó South China Morning Post.
Por su parte, cientos de periodistas realizaron una manifestación silenciosa contra la presunta violencia de la policía, que partió de un parque en el distrito Almirantazgo hasta la sede de la policía con carteles que señalaban “Detener la violencia policial, defender la libertad de prensa” y “Proteger nuestro cuarto poder”.
Un gran número de reporteros manifestaron su inconformidad por la forma que han sido tratados por la policía cuando han acudido a reportear las manifestaciones pasadas y los efectivos de seguridad los expulsaron sin razón, los insultaron y golpearon, según publicó Chanel News Asia.
Desde principios de junio pasado iniciaron las protestas contra una iniciativa de ley de extradición que establece que los sospechosos de delitos mayores de 20 años podrían ser extraditados a China si las autoridades de ese país lo solicitan.
Pese a que la jefa del ejecutivo de Hong Kong, Carrie Lam, ha señalado que el proyecto de ley “está muerto”, los opositores demandan su retiro formal.
PAL