Foto: CUARTOSCURO/Archivo Sobre todo para migrantes provenientes de países del Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador), pues para EU representan una crisis migratoria  

El gobierno estadounidense comenzará a aplicar mañana martes una nueva regulación migratoria que impedirá a los solicitantes de asilo que crucen la frontera con México, ser elegibles para ese amparo si antes no pidieron protección en un tercer país.

 

La norma parece estar destinada con claridad a los migrantes que llegan a Estados Unidos desde los países de América Central y pasan por México. De acuerdo a la nueva norma, si se quiere ser elegible para asilo, se debe primero haber solicitado protección en un tercer país.

 

La regla fue difundida este lunes por el departamento de Seguridad Nacional, el cual la emitió de manera conjunta con el departamento de Justicia, los cuales precisaron que hasta que el Congreso estadounidense pueda actuar ante la crisis migratoria que se vive, esta regla ayudará.

 

Para el actual gobierno estadounidense el crecimiento en el flujo de migrantes provenientes de países de América Central, en particular del Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador), constituye una crisis migratoria que maneja como crisis de seguridad nacional.

 

El comunicado de ambos departamentos precisa que con esta regla se podrá procesar de manera más rápida y eficiente las solicitudes de asilo que se presenten en la frontera sur estadounidense, reduciendo el número de migrantes que cruzan por México “en una peligrosa jornada”.

 

También se evitará que haya migrantes de tipo económico sin un temor legítimo de que son perseguidos, y que el sistema estadounidense sea aprovechado por organizaciones criminales y traficantes de personas en busca de ganancias, agrega el documento.

 

Se precisan tres excepciones: a quienes demuestren que han solicitado esa protección en un país por el cual transitaron pero fueron rechazados.

 

La segunda excepción es para quien pueda demostrar que es víctima de una forma severa de tráfico de personas, y la tercera para aquellos que pasaron por un país que no haya firmado la Convención de 1951 sobre Refugiados o el Protocolo de 1967 o la Convención contra tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes.

 

El asilo es un beneficio discrecional que ofrece el gobierno estadounidense a quienes huyen de persecución por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social o por sus opiniones políticas, señalaron ambas dependencias estadounidenses.

 

Esta norma es una vuelta de tuerca adicional a las medidas con que la administración Trump quiere abatir la inmigración, y sigue al anuncio de redadas en nueve ciudades estadounidenses que comenzaron la víspera, aunque con intensidad inferior a la que se esperaba.

 

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