Este martes serán presentadas las dos comisiones inéditas por su predominio ciudadano que visibilizarán las oportunidades para arrinconar a la corrupción dentro de los organismos de seguridad y para hablar de un tema tabú: la corrupción y el acoso y abuso a las mujeres policía dentro de los organismos policiales.
Sin ningún antecedente, en ambas comisiones para recibir reclamos, quejas y denuncias contra estos dos aspectos, dicha iniciativa respaldada por el Gobierno de la capital nacional y por el Consejo Ciudadano permite abrir espacio a formas de ver y pensar la seguridad desde dentro de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, la Procuraduría General de Justicia y los organismos que comparten valores de igualdad y empoderamiento de lo ético y de género.
Quienes somos fanáticos del Cine de Oro Mexicano recordamos representaciones entrañables de la figura del oficial en filmes emblemáticos. Incluso en el papel de Pedro Chávez en la película A toda máquina, Pedro Infante conquistó el corazón de millones por llevar el atuendo de la Policía de Tránsito de los años 50 con orgullo y como un ejemplo de superación.
Fuera de la pantalla, y tras más de seis décadas de distancia, la percepción de la Policía no es tan buena. La viralización en redes sociales de casos irregulares recientes ha hecho que la opinión pública dibuje al uniformado de una forma muy distinta.
Estas dos comisiones podrán ayudar a recuperar esa idea del valor policial.
La primera estará dedicada a combatir la corrupción a través de las denuncias que hagan los ciudadanos o los propios policías. En ésta participan también la Secretaría de Gobierno, la Secretaría de Seguridad Ciudadana y la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, pero lo inédito a nivel mundial -hasta donde pudimos investigar estos meses- es que por primera vez la voz predominante será la ciudadana.
La segunda es la dedicada a combatir cualquier tipo de violencia que atente contra las mujeres que forman parte de los cuerpos policiacos de esta capital.
Atenderá todo el espectro de maltrato y abuso que vulnere su dignidad, ya sea por acoso sexual o laboral, por discriminación derivada de su identidad de género o, bien, por prácticas que falten al respeto a los derechos personales y familiares de las uniformadas. En esta comisión participarán la Secretaría de la Mujer y la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México.
En la capital del país existe una determinación ciudadana y de la autoridad administrativa y política para atender la corrupción policial y el abuso como parte de un compromiso declarado de los diversos actores que colaboran en la integración de estas dos comisiones.
Si en esta capital no se toman ahora decisiones clave para contener la inseguridad y la impunidad mediante decisiones responsables y audaces a favor de la civilidad, se estaría perdiendo una oportunidad histórica.
No hay otro espacio regional, político o simbólico en todo el país donde pueda hacerse algo semejante ahora, especialmente porque existe un emparejamiento de las fuerzas y principios progresistas de quienes tienen ahora la oportunidad de ejercer el poder nacional y localmente.