Por: Diana Benítez y Ángel Cabrera
El presidente Andrés Manuel López Obrador y el titular de la coordinación de Programas Integrales del Bienestar, Gabriel García, tuvieron conocimiento de las siete indagatorias que se abrieron en contra del ex delegado del Gobierno federal en Jalisco, Carlos Lomelí Bolaños, y no hicieron más que aguardar su renuncia, la cual –aseguró el primero– fue voluntaria.
Ayer, la secretaria de la Función Pública, Irma Sandoval Ballesteros, refirió que se les entregó información de siete indagatorias relacionadas con que las empresas ligadas al ex funcionario consiguieron contratos en el Gobierno.
Cuatro de esas investigaciones son por el posible conflicto de interés entre las empresas ligadas a Lomelí y otras tres por conductas irregulares durante su paso como funcionario del Gobierno federal. La primera pesquisa, dijo, se abrió el 22 de mayo de 2019.
“Por instrucciones del señor Presidente de la República informamos al licenciado Gabriel García Hernández de nuestras investigaciones y de la necesidad y conveniencia de tomar medidas preventivas para permitir el curso de las investigaciones”, sin embargo, no indicó qué acciones tomó esa coordinación.
La renuncia de Lomelí Bolaños se dio a conocer el fin de semana pasado, precisamente cuando el Jefe del Ejecutivo se encontraba de gira de trabajo en Jalisco, donde comió de manera privada con el gobernador Enrique Alfaro, otrora enemigo electoral de Lomelí Bolaños.
De hallarse culpable, el ex delegado Lomelí y otros involucrados podrían recibir sanciones económicas e inhabilitaciones para ejercer cargos públicos hasta por 20 años.
“También derivado de nuestras investigaciones podríamos dar también vista a autoridad penal competente”, destacó la secretaria.
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