El número de jóvenes intoxicados por consumo de alimentos presumiblemente contaminados en un templo de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, fue de 230, los cuales recibieron atención el clínicas del IMSS, 117; Hospital General, 107 y en el ISSSTE, 6 casos, de los cuales sólo seis continúan hospitalizados, pero serán dados de alta a más tardar mañana, reveló Homero León Pérez, jefe de la Jurisdicción Sanitaria No. 2.
Luego de comentar que no hay reportes de hospitales privados que hayan atendido a otros jóvenes, dijo, sin embargo, que no se puede descartar, pero esas instituciones acostumbran presentar informes semanales. “Supongo que si alguien llegó le pusieron sus soluciones, lo medicaron y ya fueron dados de alta”.
Asimismo, advirtió que esa situación se puede repetir si no se tiene el manejo adecuado de los alimentos, por eso se mantiene estrecha vigilancia de los puestos ambulantes, pero la recomendación es evitar consumir en cualquier lugar donde se expendan alimentos y bebidas sin la higiene adecuada.
Estamos supervisando y monitoreando, sobre todo la venta ambulante, donde no hay lavado de manos y no se conocen las condiciones de manejo del alimento. La recomendación es acudir sólo a los lugares donde se tenga certeza de que el manejador de alimentos se lava bien las manos y que otra persona se encarga de cobrar. “Siempre estamos insistiendo en eso”, expresó.
Al retomar el caso de los 230 jóvenes intoxicados, dijo que tienen edades de entre 14 y 18 años y enfermaron por consumir carne de cerdo y pollo, presumiblemente en mal estado, en una congregación religiosa, pero ningún caso fue grave. Se trató de una infección alimentaria y se investiga mediante pruebas de laboratorio qué pasó, cuál fue el agente causante del problema.
No podemos hablar de ningún germen patógeno sin tener los resultados del laboratorio, que se tendrán dentro de tres días. Nosotros fuimos al lugar donde se ingirió el alimento, pero ya no había restos, de modo que las muestras se tomaron directamente de los jóvenes para enviarlas al laboratorio, donde se debe seguir un proceso para que nos digan cuál fue el agente causante del problema, aseveró.
El funcionario indicó que la Cofepris está haciendo su parte, investigando de dónde vino el alimento, quién lo preparó y quiénes lo sirvieron. “El manejo de alimentos debe sujetarse a higiene estricta porque con el exceso de calor se descomponen fácilmente y al ingerirlos tenemos problemas”.
Todas las personas que manejan alimentos deben tener tarjetas de salud. Eso también lo está supervisando la Cofepris, pues se dice que en este caso la preparación de alimentos fue contratada. A nosotros, como sector, lo que nos compete es la salud y en este caso todos están bien.
Luego de comentar que actualmente las unidades médicas de la Jurisdicción Sanitaria brindan entre 1 mil 300 y 1 mil 500 consultas diariamente, dijo que el 3 por ciento (39-45) son por enfermedades diarreicas.
fahl