LONDRES.- Boris Johnson nombró a Dominic Cummings, uno de los arquitectos de la campaña del Brexit, como un alto asesor, una decisión que su equipo espera ayude a culminar la promesa del nuevo líder británico de abandonar la Unión Europea para el 31 de octubre.
El nombramiento de Cummings, de 47 años y conocido por un estilo combativo que encanta y ofende en partes iguales, fue alabado por algunos integrantes de la campaña del Brexit, que indicaron que es la única posibilidad de agitar al gobierno y forzar la culminación del proceso de salida de la UE.
No obstante, legisladores proeuropeos criticaron su regreso a los salones del poder, destacando que Cummings fue hallado culpable de desacato por el Parlamento por negarse a responder a sus preguntas sobre la propagación de noticias falsas.
Johnson, que se convertirá formalmente en primer ministro británico más tarde el miércoles, tiene apenas 99 días para lidiar con la crisis del Brexit, que ha estancado el crecimiento económico, hizo caer a la primera ministra Theresa May y dejó a Reino Unido profundamente dividido.
Una fuente del equipo de Johnson confirmó el nombramiento de Cummings, que trabajó con el primer ministro entrante en “Vote Leave”, una campaña alabada por los defensores del Brexit por imponerse a los partidarios de seguir en la UE -mejor financiados- con el mensaje simple de que Reino Unido debía “recuperar el control”.
El actor Benedict Cumberbatch interpretó a Cummings en una serie de televisión, que realzó sus credenciales como un personaje agresivo dispuesto a desafiar el pensamiento tradicional y usar los datos para persuadir a los votantes de que apoyaran el Brexit.
“Estoy más contento por esto (el nombramiento) que por la victoria de Boris. Estoy más feliz que si yo entrara en Downing Street”, afirmó un veterano conservador partidario del Brexit, describiendo a Cummings como un hombre que “no cederá” ante la presión de los funcionarios permanentes del servicio civil.
Cuando se celebró el referendo, un colega de Cummings dijo que “usa técnicas de propaganda soviética” y lideró una campaña centrada en dos mensajes: que la salida de la UE aportaría 350 millones de libras (437 millones de dólares) semanales al servicio público de salud y que Turquía entraría al bloque.
Sarah Wollaston, una ex legisladora conservadora que abandonó el partido por el Brexit, dijo antes de la confirmación que, “si es cierto, sería un terrible error de juicio nombrar a alguien hallado en desacato por el Parlamento. Es muy extraño que esto ocurra y sería vergonzoso ser recompensado por el primer ministro con un rol de tan alto perfil”.
gac