Una investigación de la facultad de ingeniería Viterbi de la Universidad del Sur de California (USC), en Estados Unidos, podría ser clave para comprender el mecanismo del envejecimiento.
Los hallazgos potencialmente allanan el camino para encontrar mejores tratamientos contra el cáncer y nuevos medicamentos revolucionarios que podrían mejorar notablemente la salud humana en un futuro cercano.
Nick Graham, líder de un equipo de ingenieros químicos y de ciencias materiales, en conjunto con el ingeniero bioquímico Scott Fraser, y el investigador Pin Wang, publicaron el resultado de sus investigaciones en la revista Journal of Biological Chemistry.
“Para beber de la fuente de la juventud, tienes que comprender qué es la fuente de la juventud, y entender qué hace la fuente de la juventud. Nosotros estamos haciendo lo contrario; estamos tratando de estudiar las razones por las que envejecen las células, para poder diseñar tratamientos para un mejor envejecimiento.
Las células viejas son efectivamente lo opuesto a las células madre, que tienen un potencial ilimitado de renovarse o dividirse. Las células viejas ya nunca pueden dividirse. Es un estado irreversible de detención del ciclo celular”.
Al envejecer, las células senescientes dejan de producir un tipo de químicos llamados nucleótidos, que forman los bloques sobre los que se construye el ADN; durante el estudio, los investigadores hicieron que una célula dejara de producir nucleótidos, convirtiéndose en células seniles, o viejas.
“Esto significa que la producción de nucleótidos es esencial para mantener a las células jóvenes, y también significa que podemos tratar de evitar que las células dejen de sintetizar nucleótidos, haciendo que envejezcan con más lentitud”, señalan los científicos.
Otro de los equipos examinó células jóvenes en proliferación y las marcaron con isótopos de carbón, para rastrear cómo los nutrientes consumidos por una célula eran procesados en diferentes patrones bioquímicos.
A través de imágenes 3D de los resultados, las imágenes revelaron sorpresivamente que las células senescientes con frecuencia tienen dos núcleos y no sintetizan ADN.
También señalaron que es ampliamente conocido que el envejecimiento de las células es la defensa del cuerpo contra el cáncer. Por ello, el objetivo no es evitar completamente el envejecimiento, porque ello podría desatar a las células cancerígenas.
“Por el contrario, lo que deseamos es encontrar una manera de remover las células seniles para procurar un envejecimiento sano y mejores funciones”, señala.
Las posibles aplicaciones de estos descubrimientos son el desarrollo de medicamentos para eliminar células envejecidas. “Si acaso, estos medicamentos senolíticos son la fuente de la juventud”, señala Graham, líder de la investigación.
Aún falta por determinar cuáles son las características únicas de las células senescientes para que los medicamentos que se desarrollarán no afecten a las células jóvenes.