Por segundo día consecutivo en Hong Kong, una manifestación sin autorización de cientos de personas en favor de la democracia, concluyó con enfrentamientos entre los opositores y la policía que utilizó gas lacrimógeno para dispersarlos así como balas de goma.
Los enfrentamientos seguían casi a la media noche de este domingo, con un movimiento autoorganizado que lo mismo reparte ropa para que los manifestantes se cambien y no sean identificados, que administra la salida en las estaciones del metro para evitar agresiones como hace una semana, mostró South China Morning Post.
La policía solo autorizó una protesta este domingo en un parque de Hong Kong, pero los manifestantes se dispersaron por las calles y comenzaron a marchar a pesar de la prohibición.
Los enfrentamientos ocurrieron cerca de la Oficina de Enlace de Beijing en el centro financiero, luego de que los policías intentaron durante horas impedir las marchas no autorizadas por la ciudad.
Los manifestantes que llegaron a la Oficina de Enlace encontraron que los efectivos de seguridad utilizaron a ciudadanos reunidos en ese lugar quienes los exhortaron a finalizar su “reunión ilegal”, pero los opositores no hicieron caso, según publicó hoy Chanel News Asia.
La policía comenzó a dispersar a los manifestantes con descargas de gas lacrimógeno y balas de goma, mientras los opositores con cascos, máscaras de gas y chalecos antibalasles les lanzaban ladrillos, piedras, huevos y otros objetos detrás de barricadas y paraguas improvisados.
Los efectivos de seguridad señalaron en un mensaje en Twitter que los manifestantes estaban arrojando ladrillos a los agentes y que la situación se estaba “deteriorando de forma drástica”.
“La policía ahora está realizando una operación de dispersión hacia el este con el uso de gas lacrimógeno”, añadieron.
Durante el octavo fin de semana consecutivo de protestas en Hong Kong, que iniciaron en contra el suspendido proyecto de ley con el que el gobierno amenazaba con extraditar presos a China, los manifestantes han convertido en un foco contra su enojo a la Oficina de Enlace de Beijing.
Los manifestantes han reaccionado con preocupación por el creciente control de Beijing a pesar de las garantías de autonomía bajo la fórmula “Un país, dos sistemas”, que surgió cuando la ex colonia británica regresó al gobierno chino en 1997.
PAL