En México podrían extinguirse unas 30 lenguas indígenas por la constante discriminación de que son objeto las comunidades originarias, ante lo cual urge una cultura que restablezca la dignidad y el derecho de hablar una lengua que, a su vez, es símbolo de identidad.
Pascual Jesús González, presidente del Movimiento de Pueblos, Comunidades y Organizaciones Indígenas (MPCOI), indicó que ante la eventual desaparición de esas lenguas en la 10 Jornada por la Visibilización de la Presencia Indígena en la Ciudad de México se impartirán talleres de varias de las que se hablan en el Valle de México.
Entre ellas citó la mazahua, la zapoteca, la triqui, la purépecha, la náhuatl, la totonaca, la mazateca y la tzeltal, que hablan unas 785 mil personas de origen indígena en la capital del país.
México es considerado uno de los países con más diversidad lingüística. Sin embargo, de acuerdo con la Encuesta Intercensal 2015 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de las más de 25 millones de personas que se reconocen indígenas en México solo 7.4 millones, 6.5% de la población total, habla alguna lengua.
Las lenguas que están en riesgo extremo de desaparecer son el ku´ahl y kiliwa, en Baja California, el awakateco en Campeche, el mocho´ en Chiapas, el ayapaneco en Tabasco, el ixil nebajeño y kaqchikel, en Quintana Roo, el zapoteco en Mixtepec y el ixcateco y zapoteco de San Felipe Tejalápam, en Oaxaca.
Al respecto Minerva Sánchez Alba, traductora intérprete de náhuatl, planteó a Notimex que en pleno siglo XXI hablar una lengua indígena en México es, mas que motivo de burla, una oportunidad para el abuso y el bullying.
Ante ello urge poner en marcha la educación lingüística en las escuelas primarias, como prevé la Ley General Lingüística en el Artículo Artículo 7, para atender cualquier asunto de carácter público.
Indicó que pese a estar previsto en la ley esa disposición no se aplica, e incluso en escuelas públicas a donde llegan los menores a estudiar éstos son discriminados por no saber expresarse al ciento por ciento en español.
A ello se suman las actitudes de bullying de parte de sus compañeros, lo que hace que al final del día el niño no quiera hablar su lengua natal y se sienta avergonzado de sus orígenes.
Al final eso se traduce en una actitud de negarse a sí mismo y sus orígenes, “como si ser indígena fuera algo malo”.
Esta situación incluso se extiende a otros aspectos que trascienden cultura y costumbres, de manera que hoy muchos jóvenes “no quieren o se niegan a vestir indumentarias tradicionales”, agregó Pascual.
El dirigente del MPCOI explicó que en la jornada de agosto se expondrá gran parte de esas vestimentas que siguen siendo identidad y motivo de orgullo para las comunidades indígenas.
Minerva Sánchez, en tanto, subrayó que ser indígena es motivo de abusos y de desprecio, inclusive de las mismas autoridades, quienes al percatarse de la apariencia de una persona de inmediato incurre en la violación a sus derechos por “considerarla linferior”.
La mujer, quien atiende una situación de abuso contra dos indígenas poblanos que la semana pasada llegaron a la Ciudad de México, lamentó que se sigan presentando esos casos discriminatorios.
MGL