Odiado y amado a la vez, es descrito por medios de comunicación del Reino Unido y del mundo como carismático, con fama de bufón, alguien que en medio de una discusión hace reír a sus adversarios.

 

Es también conocido como el “Trump británico”, un personaje al que no le importa seguir las reglas mientras logre su objetivo: Boris Jonhson.

 

Recién nombrado primer ministro y líder del Partido Conservador, reiteró en su primer discurso que en octubre próximo terminará la misión a la que se sumó desde 2016, cuando influyó en el referéndum que definió la retirada de Gran Bretaña de la Unión Europea (UE).

 

Una de las similitudes con el presidente de Estados Unidos es su carácter para negociar. Apenas ayer dejó claro que no se sentaría con la UE para tratar el tema de la separación, hasta que cambien su postura… o el Brexit se lleva a cabo sin un acuerdo.

 

Como si se hubiera configurado un juego de casualidades, además de compartir con el Ejecutivo estadounidense el parecido físico, nacieron el mismo mes en la misma ciudad: Nueva York, uno en 1946, el de EU; y el otro en 1964. Hasta lo rubio de la cabellera los caracteriza por igual.

 

Jonhson fue alcalde de Londres entre 2008 y 2016, mientras su compañero de escuela, David Cameron, fungía como primer ministro. Fue entonces cuando decidió apoyar el Brexit, influyendo en gran medida en la población para obtener una votación a favor de la salida, según narraban día con día los medios locales, encantados con la popularidad de Johnson, quien después fue ministro de asuntos exteriores con Theresa May durante un par de años.

 

¿Otra similitud con el Trump americano?: obtuvo tablas en el manejo de la opinión pública y los reflectores cuando trabajó como periodista en The Times (de donde fue despedido por inventar información) y en The Daily Telegraph, con cuyas columnas lo acusaban de fomentar el racismo.

 

Have I got news for you?, era el nombre del programa televisivo que terminó de darle la notoriedad que necesitaba.

 

¿Veremos como dos polos iguales, uno a cargo de la potencia europea, y otro a cargo de la americana (quizás por cinco años más), se repelen o se atraen?

 

LEG