Los gobernadores no encuentran la fórmula.
Desde la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador les ha prometido federalizar la educación básica.
Primaria, secundaria y parte de la enseñanza técnica, cuyos centros de bachillerato son la única esperanza de desarrollo para zonas rurales.
Es un asunto de urgencia.
Para dar un dato:
Dos gobernadores, el guerrerense Héctor Astudillo y el michoacano Silvano Aureoles, de plano han pedido al Gobierno federal atraer esas nóminas.
-No tengo para pagar ni la nómina –dijo Astudillo en abril.
-Que lo asuma la Federación. Michoacán ya no tiene recursos –declaró a su vez Aureoles en febrero y pidió entregar el control magisterial del estado.
Semanas después, López Obrador anunció que se procedería y, en gira por la provincia michoacana, dijo que esa entidad sería el primer experimento.
Luego se procedería con los demás, agregó, porque varios gobernadores han señalado que el gasto educativo absorbe gran parte del presupuesto.
-Hasta 85% del gasto corriente –ha declarado Ernesto Ruffo con la experiencia de Baja California.
“ES ONDA DE LÓPEZ OBRADOR”
Pero… ¡oh, los peros!
Más de la mitad de los gobernadores han enviado a funcionarios suyos –secretarios o directores de institutos, lo mismo da porque tienen las mismas facultades- a la Secretaría de Educación Pública (SEP).
¿Y cuál es la respuesta?
Ninguna.
Recorren oficinas de arriba a abajo y llegan a dos lugares donde los atoran: la Unidad de Asuntos Jurídicos y Transparencia y la Coordinación General de Delegaciones Federales.
¿Por qué ahí?
Porque quieren iniciar los trámites legales para saber cómo se limpiarán las nóminas estatales de aviadores y cómo se acreditarán escalafones, en especial si se refieren a enseñanza autóctona, en lenguas indígenas.
-El de Asuntos Jurídicos de plano me dijo que “ésa es onda de López Obrador, no de nosotros. En la SEP no tenemos ningún plan” –narró un gobernador consultado.
Versión de otro mandatario:
-En Delegaciones Federales me dicen que todo sigue igual, que no hay ni habrá cambio.
Mientras tanto, los recursos se han reducido o retrasado, no alcanzan siquiera para básico, y pronto iniciará el nuevo ciclo escolar.
Vaya tarea del secretario Esteban Moctezuma y el subsecretario de Educación Básica, Marcos Bucio.
LEY GARROTE Y LEY MORDAZA
1. Una buena noticia:
Si en Tabasco hay Ley Garrote, en Hidalgo no pasó la Ley Mordaza.
El gobernador Adán Augusto López y Movimiento Regeneración Nacional (Morena) aprobaron fuertes sanciones para castigar bloqueos con el fin de proteger Dos Bocas.
Pero en Hidalgo, Omar Fayad y el Congreso estatal hicieron caso a las críticas de los medios informativos contra las previsibles sanciones por criticar políticos y candidatos.
Una palomita entre tantos taches.
2. Quizá haya una esperanza de luz.
Ricardo Monreal expresó ayer su oposición a las acciones coercitivas contra los movimientos sociales, en los cuales se fraguó la clase gobernante de hoy.
Y si el zacatecano intenta trascender, debe oponerse y proceder tanto contra la Ley Garrote de Tabasco como contra el Bonillazo de Baja California, sin importar el promotor de esos abusos contra la justicia y la Constitución: Morena.