Cuatro reos brasileños murieron durante su traslado a otro centro de reclusión tras la masacre del lunes pasado en la que murieron 58 reclusos en la cárcel de Altamira, con lo cual los decesos ascienden a 62.
Los cuatro reos formaban parte de un grupo de 30 reclusos quienes eran transportados de la localidad de Altamira a Marabá en un camión de la Superintendencia del Sistema Criminal del Estado de Pará, en donde fueron divididos en cuatro celdas esposados.
Las muertes de los prisioneros Werik de Sousa Lima, José Italo Meireles Oliveira, Dhenison de Souza Ferreira y Valdenildo Moreira Mendes, ocurrieron entre 19:00 horas del martes y la 01:00 de la madrugada de este miércoles, según informó el gobierno local de Pará.
Los cuerpos de los cuatro reos, quienes según el gobierno formaban parte de la misma facción criminal, fueron descubiertos cuando el camión llegó a Maraba, según informaron medios de comunicación locales.
El Colegio de Abogados de Brasil en Pará señaló que le solicitará a la Superintendencia del Sistema Penitenciario de Pará (Susipe) explicaciones sobre lo que ocurrió en el interior del camión de la prisión.
Indicó que por medidas de seguridad el camión transporta a los prisioneros esposados para evitar una posible fuga y enfrentamientos entre los detenidos rivales.
El lunes pasado se registró un enfrentamiento entre bandas rivales, que se prolongó por más de cinco horas, en la cárcel en la ciudad de Altamira, en el norteño estado brasileño de Pará, que dejó 58 muertos, 16 de ellos decapitados.
Según el Consejo Nacional de Justicia, el centro penitenciario en donde se registró el motín tiene una condiciones que calificó de “terribles”, una unidad alberga a 343 prisioneros, más del doble de su capacidad que es para 163, a lo que se suma un número bajo de oficiales de solo 33.
TFA