El cambio climático, inducido por el ser humano, contribuyó en las intensas olas de calor sentidas en junio y julio en varios países de Europa, superando niveles récord de temperatura, afirmó este viernes el grupo Atribución del Clima Mundial (WWA, por sus siglas en inglés).

 

Los científicos de WWA señalaron en un reporte que la fuerte ola de calor que golpeó a finales de julio a Reino Unido, Francia y los Países Bajos, entre otros vecinos de Europa occidental, se hizo más probable y más intensa por el cambio climático inducido por las actividades humanas.

 

Por el cambio climático, la ola de calor se registró en Reino Unido al menos con el doble de probabilidades, mientras en Francia fue 10 veces más probable, añadió el grupo integrado por expertos del Instituto de Cambio Ambiental de la Universidad de Oxford, el Centro Nacional de Investigación Atmosférica y el Centro Climático de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

 

“Se descubrió que cada ola de calor europea que nosotros y otros hemos analizado es mucho más probable y más intensa debido al cambio climático inducido por el hombre, por lo que no es sorprendente que el cambio climático haya jugado un papel”, señaló Friederike Otto, directora interina del Instituto de Cambio Ambiental de Oxford.

 

Además fue más intensa al aumentar entre 1.5°C y 3°C.

 

En junio ya había ocurrido algo similar, cuando el calor extremo de la última semana rompió récords históricos en Francia, Suiza, Austria, Alemania, República Checa y España.

 

WWA ha llevado a cabo una serie de estudios en los últimos años a fin de determinar el impacto del cambio climático en eventos extremos, y en este nuevo reporte analizó lo ocurrido en junio y julio, cuando las temperaturas se elevaron por encima de los 40 grados centígrados (°C) en varias naciones europeas.

 

En París, el termómetro alcanzó los 42.6 °C, superando el récord registrado en más de dos grados, mientras Reino Unido estableció una nueva marca con 37.8°C en el jardín botánico de la Universidad de Cambridge el pasado 25 de julio.

 

Al combinar información de observaciones de temperatura a largo plazo y modelos climáticos para ver cómo se habrían desarrollado los eventos con o sin la influencia humana en el clima, los expertos concluyeron que el cambio climático hizo más probable tener una ola de calor.

 

Sin el cambio climático, las altas temperaturas en Europa habrían tenido muy pocas probabilidades de ocurrir.

 

Los expertos insistieron que “las olas de calor durante el verano representan un riesgo considerable para la salud humana y son potencialmente letales. Este riesgo se ve agravado por el cambio climático, pero también por otros factores como el envejecimiento de la población, la urbanización, el cambio de las estructuras sociales y los niveles de preparación”.

 

Desde 2003 se han analizado las olas de calor en Europa, que como otros eventos climáticos ocurren naturalmente, pero han sido más probables y más intensas debido al cambio climático.

 

Este fenómeno es atribuido a las acciones de los seres humanos sobre el medio ambiente y ha derivado en el aumento de la temperatura de la Tierra, el calentamiento global.

 

El incremento de la temperatura provocado por las emisiones a la atmósfera de gases de efecto invernadero, derivadas de la actividad humana, están provocando variaciones en el clima que de forma natural no ocurrirían.

 

PAL