Las autoridades de la República Demócratica del Congo (RDC) y de Naciones Unidas expresaron hoy su preocupación por la propagación del brote actual de ébola en el país, luego que se reportara una cuarta muerte en la ciudad de Goma, en la frontera con Ruanda.
Los decesos registrados en la ciudad de Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte, han encendido las alarmas entre las autoridades sanitarias de la RDC, ya que en esa localidad residen más de un millón de personas y colinda con Ruanda, país que la víspera cerró su frontera durante varias horas para evitar la propagación del ébola.
El coordinador de respuesta al ébola del Congo, Jean-Jacques Muyembe, ha reconocido este viernes que la RDC solo está logrando identificar aproximadamente a la mitad de los casos de este virus.
En rueda de prensa, Muyembe advirtió que, de continuar esta tendencia, la epidemia podría durar dos o tres años, de acuerdo con la cadena catarí Al Yazira.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), que el 17 de julio pasado declaró que el brote epidémico de ébola en la RDC se ha convertido en una emergencia sanitaria de alcance internacional, indicó que hasta el momento se han rastreado 538 contactos primarios y secundarios de los cuatro pacientes con ébola en Goma.
Por su parte, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU) expresó también su grave preocupación por el brote de ébola en el Congo y destacó la urgencia de una amplia cooperación para responder a la posibilidad de una rápida propagación de la enfermedad.
Señaló que es necesario implementar estrategias óptimas de vacunación que tengan máximo impacto en la reducción del brote en el país, que la víspera cumplió un año y que ha causado más de mil 800 muertes y más de dos mil 600 contagiados en las provincias de Ituri y Kivu del Norte.
En una declaración presentada por el canciller polaco Jacek Czaputowicz, quien ocupa la presidencia mensual del Consejo de Seguridad, se reiteró la preocupación del órgano ejecutivo de la ONU sobre la situación de seguridad en las áreas afectadas por el brote, en particular los ataques contra el personal humanitario y médico.
“Los miembros del Consejo (de Seguridad) pidieron el cese inmediato de las hostilidades por parte de todos los grupos armados” en el país, al señalar que esta situación obstaculiza la ayuda médica y humanitaria, además de que facilita la propagación del virus.
Czaputowicz exigió también que se garantice el acceso seguro y sin trabas para el personal humanitario y médico, de acuerdo con la declaración publicada en el portal Noticias ONU.
El actual brote de ébola en la RDC se ha convertido en la segunda epidemia más grave del mundo, solo superada por la que atravesó África Occidental en 2014, con más de 11 mil muertos.
jhs