Miles de manifestantes realizaron este sábado una nueva marcha en Hong Kong, por novena semana consecutiva, desafiando una vez más al gobierno, al que exigen reformas democráticas. Incluso, convocaron a otras dos protestas para mañana domingo y una huelga general el lunes próximo.
El barrio de Mong Kong, que en 2014 vivió violentos enfrentamientos en la denominada Revolución de los Paraguas, fue escenario este sábado de la nueva movilización, en la que participaron miles de hongkoneses vestidos de negro, en su mayoría jóvenes, reportó el diario South China Morning Post.
Mañana domingo están previstas otras dos marchas: una en la isla de Hong Kong y la otra en el sector de Tseung Kwan O, mientras que el lunes está convocada una huelga general en toda la ciudad, además de manifestaciones en siete localidades.
Esta ola de protestas representa la crisis política más grave para Hong Kong desde que Reino Unido cedió a China la soberanía, hace 22 años.
La ex colonia británica, que atraviesa la peor crisis desde 1997, lleva nueve fines de semanas consecutivos de movilizaciones masivas, seguidas en varios de casos de enfrentamientos entre pequeños grupos radicales y las fuerzas de seguridad, que han dejado decenas de detenidos.
Para defender la actuación de la policía, este sábado tuvo lugar una manifestación en Victoria Park, donde alrededor de 90 mil personas, vestidas de blanco, salieron a las calles enarbolando banderas chinas y de Hong Kong, además, coreando consignas de apoyo a las fuerzas de seguridad, según el China Daily.
Las protestas en Hong Kong comenzaron a principios de junio pasado a raíz de un proyecto de ley que permitiría la extradición de sospechosos desde el territorio autónomo a China para ser juzgados.
A pesar de que ese polémico proyecto de ley fue retrasado por tiempo indefinido el 15 de junio pasado, los manifestantes continúan saliendo a las calles exigiendo reformas democráticas.
Además, exigen la dimisión de la jefa del ejecutivo, Carrie Lam, una investigación independiente sobre la estrategia policial, así como la amnistía de las personas encarceladas por las protestas, la retirada total del proyecto de ley y el derecho a poder elegir a sus dirigentes.
DJOR