La policía de Hong Kong utilizó gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes que este domingo marcharon por las calles y bloquearon el túnel Cross-Harbor, en protesta por la iniciativa de ley de extradición y en demanda de una investigación sobre las acciones policiales durante las protestas que iniciaron en junio pasado.
Miles de manifestantes a favor de la democracia salieron este domingo a las calles, en el noveno fin de semana consecutivo de protestas, y se enfrentaron con los efectivos de seguridad en Sheung Wan cuando intentaban llegar hacia la oficina de enlace de Beijing.
Los opositores después bloquearon las carreteras en Kennedy Town y luego en Causeway Bay, pese a la prohibición de las autoridades de marchar por esa área.
Las autoridades locales hasta el momento no habían informado de posibles detenciones y víctimas durante las protestas.
Durante las manifestaciones que iniciaron el pasado 9 de enero en contra de una iniciativa de ley de extradicicón a China, más de 200 opositores han sido arrestados y docenas más acusados de disturbios, según publicó la cadena de televisión con sede en Singapur CNA.
Esta ola de protestas representa la crisis política más grave para Hong Kong desde que Reino Unido cedió a China la soberanía, hace 22 años.
La manifestación de este domingo se suma a la de ayer cuando miles de personas salieron a las calles desafiando una vez más al gobierno, al que exigen reformas democráticas.
El barrio de Mong Kong, que en 2014 vivió violentos enfrentamientos en la denominada Revolución de los Paraguas, fue escenario de la nueva movilización, en la que participaron miles de hongkoneses vestidos de negro, en su mayoría jóvenes.
Para mañana lunes fue convocada una huelga general en toda la ciudad, además de manifestaciones en siete localidades.
CS