Pese a la prohibición de vender bebidas alcohólicas, medicamentos y celulares usados en tianguis de la Ciudad de México, en el de San Felipe de Jesús, alcaldía de Gustavo A. Madero, aún se pueden encontrar todas estas cosas.
En este espacio, considerado el tianguis más grande de América Latina, es posible encontrar de todo, desde tenis nuevos o usados hasta aparatos electrodomesticos; la mirada se pierde entre la ropa de paca, cosméticos piratas y bolsas de imitación.
En un recorrido realizado por 24 HORAS, se comprobó que, entre los puestos, aún se hallan chelerías, algunas incluso montadas en carritos de supermercado, donde tomar una foto se vuelve complicado debido a la vigilancia entre los propios locatarios.
“No vaya a ser la de malas y sean policías encubiertos; para evitar que balconeen a la banda, mejor los paramos en seco”, señala uno de los comerciantes al preguntar por qué no se pueden tomar fotos.
En el tianguis, mercancía diversa se puede encontrar hasta a mitad de precio que en comercios establecidos, debido a que es usada, pirata o, en ocasiones, robada.
“La mera verdad, varias cosas de las que vendemos son robadas; por ejemplo, este celular yo lo doy en 400 varos, nada más por el susto. ¿Ves todos los discos que hay aquí? Pues son los que le hacen falta a las tiendas de autoservicio”, reconoció Miguel, quien vende cinturones, encendedores, celulares y discos desde hace tres años en el tianguis de San Felipe.
En este tianguis se comercializan también parches distintivos de instituciones públicas y privadas; cualquiera puede comprar uno de estos identificadores por 30 pesos y hacerse pasar por un trabajador de Protección Civil, del Gobierno de la Ciudad de México, la Secretaría de Seguridad Ciudadana o Bomberos.
Para los vecinos, este mercado sobre ruedas los “mantiene secuestrados” cada domingo, pues la mayoría de los accesos son bloqueados por miles de puestos y decenas de camiones de carga de los comerciantes.
“En caso de una emergencia aquí no puede pasar una ambulancia”, dice un colono, molesto al señalar la obstrucción de los puestos en la calle de Ocotlán.
Por otra parte, este diario acudió al tianguis de Las Antenas, en Iztapalapa, donde de acuerdo a reportes, la semana pasada se detectó la venta de scooters eléctricos robados de la empresa de movilidad sin anclaje Grin, sin embargo, éstos no fueron localizados.
Locatarios dedicados a la venta de patinetas, bicis y scooters aseguraron que podían conseguirlos, pero sobre pedido.
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