Cuando se cuestionan las enormes cantidades de dinero que se destinan a los partidos políticos, el argumento que esgrimen quienes defienden este dispendio es que ha valido la pena, pues nuestro sistema democrático se encuentra más fuerte que nunca.
Sin embargo, vale la pena cuestionarse si, verdaderamente, es válido que los institutos políticos reciban millonadas de recursos que, en muchas ocasiones, no pueden justificar y terminan en los bolsillos de sus dirigentes.
En los últimos 18 años, los diferentes institutos políticos que han obtenido su registro de parte de las autoridades electorales han ejercido en conjunto casi 75 mil millones de pesos, recursos que salen de los bolsillos de todos los mexicanos.
De acuerdo al reporte Financiamiento Público Federal para Actividades Electorales y Partidos Políticos 2000-2018, elaborado por la Cámara de Diputados, en ese lapso el PRI ha sido la fuerza política que ha obtenido más recursos del erario, con casi 20 mil millones de pesos; seguido del PAN, con más de 17 mil 600 millones; el PRD, con 10 mil 600 millones; el PVEM, con poco más de seis mil millones; el PT, con cinco mil millones; MC, con cuatro mil 900; y Morena, con tres mil 212 millones de pesos, sin contar a los partidos que han desaparecido.
En casi dos décadas, 19 partidos han obtenido el aval de la autoridad electoral para competir en los diferentes procesos, lo que les ha valido para acceder al financiamiento del estado. Sin embargo, 12 de ellos han perdido su registro al no alcanzar el porcentaje mínimo de la votación para seguir constituidos. No obstante, el costo de esas fuerzas para los ciudadanos ha sido de casi seis mil 500 millones de pesos.
Un caso muy sonado y que ha provocado muchos comentarios es el del Partido Encuentro Social (PES), que entre 2014 y 2018 accedió a mil millones de pesos de fondos públicos, y en la elección de 2018 perdió su registro, aunque hasta ahora cuenta con un grupo parlamentario de 29 integrantes en la Cámara de Diputados.
Entre los partidos que han desaparecido del año 2000 a la fecha, Nueva Alianza obtuvo el mayor financiamiento con más de tres mil 300 millones en 14 años de existencia, y ¿qué le aportaron a nuestra democracia?
Después de conocer estas cifras valdría la pena reflexionar sobre la pertinencia del llamado que hace unos días hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador, para que las fuerzas políticas regresen el 50% de sus prerrogativas, pues no se vale tener ese dispendio en la manutención de muchos vivales que han encontrado un negocio redondo en la creación de algún instituto político.
¿ANTORCHA CAMPESINA, UN PARTIDO POLÍTICO?
Ayer, nuestro compañero de páginas Alberto González compartió, en su columna #LOBOSAPIENS, una información que da para la reflexión: Antorcha Campesina anunció su intención de constituirse en partido político… Llegado el momento, ¿el INE le otorgaría el registro a un grupo que no goza del mayor de los prestigios en la política nacional?
Habrá que estar atentos.