Comenzar todos los días con un desayuno completo, proporcionará a tus hijos la energía y nutrientes que necesitan, pero también es importante asegurar que en la escuela comerán alimentos nutritivos y limpios.
Diariamente los niños se desgastan como resultado de las actividades que desempeñan en clase. Estudios señalan que un buen lunch escolar ayuda a recuperar esa energía; los ayudará a pensar con rapidez, prestar atención y comunicarse de forma apropiada.
Un refrigerio escolar balanceado debe incluir tres grupos básicos:
Grupo A: comida rica en carbohidratos complejos, proporcionan energía a los músculos de los niños.
Grupo B: alimentos con mucha proteína, ayudan a la construcción de un organismo en crecimiento.
Grupo C: los comestibles nutridos de vitaminas, minerales y fibra también contribuirán al buen funcionamiento del organismo.
Grupo de calorías extras: no se aconseja ofrecer estos alimentos a niños con tendencia a la obesidad.
De acuerdo con lo que tengas en casa y los gustos de los pequeños, se recomienda siempre combinar un elemento del grupo A con el B y agregar una fruta o verdura del grupo C; de vez en cuando puedes añadir un elemento del grupo de calorías extras.
Además, las semillas son muy nutritivas, añadelas a sus comidas y úsalas como botanas: ajonjolí almendras cacahuetes chia pistaches y semillas de girasol.
Sabías que:
Las semillas ayudan al buen funcionamiento del sistema nervioso y muscular del organismo.
La mayoría de ellas contiene fibra, que ayuda a la salud intestinal y la prevención de enfermedades crónicas.
Las de girasol o chía, contienen selenio, un potente antioxidante.
Incluir un dulce una vez a la semana no les afectará.
Asegúrate de no enviar alimentos que se echen a perder rápidamente, es clave.
Colocar la comida en recipientes evitará que se revuelva.
Procurar que las frutas y verduras que incluyas en el lunch sean de origen orgánico, les proporcionarán una mayor cantidad de nutrientes.
LEG