Foto: REUTERS Por su parte, China ha intentado frenar las manifestaciones con la fuerza policial, sin embargo las protestas continúan  

La policía con equipos antidisturbios verificó las identificaciones de algunos manifestantes al oeste del distrito comercial central y había un gran despliegue de seguridad fuera de la estación de policía del distrito occidental.

 

“Le han estado diciendo a todo el mundo que somos alborotadores. La marcha de hoy es para mostrarle a todos que no lo somos”, dijo Chris, de 23 años de edad, que trabaja en marketing y estaba vestido todo de negro, incluyendo una bufanda que le cubría la cara y una gorra de béisbol.

 

“Eso no significa que no sigamos luchando. Haremos lo que sea necesario para ganar, pero hoy nos tomamos un descanso y luego volvemos a evaluar”.

 

Un manifestante gritó a otros que se burlaban de la policía: “¡Hoy es una marcha pacífica! ¡No caigas en la trampa! El mundo nos está observando”, animando al grupo a seguir adelante.

 

En junio, estalló la indignación por un proyecto de ley suspendido que permitiría extraditar a sospechosos de delitos en Hong Kong a la China continental, pero los crecientes disturbios han sido alimentados por preocupaciones más amplias sobre la erosión de las libertades garantizadas en la fórmula de “un país, dos sistemas”.

 

Los manifestantes levantaron pancartas con consignas como “¡Liberen a Hong Kong!”. La multitud en Victoria Park, donde comenzó el mitin, era pacífica e incluía tanto a personas mayores como jóvenes y familias.

 

El parque no pudo acomodar a la multitud, que se agolpaba en las calles alrededor del parque. Muchos manifestantes se dirigieron al centro financiero de la ciudad, coreando que la líder de la ciudad, Carrie Lam, apoyada por Pekín, renuncie.

 

Era imposible calcular con exactitud el número de manifestantes, pero los periodistas de Reuters, que informaban desde todo el lugar, cifraron el total en al menos 200.000.

 

“Hace mucho calor y está lloviendo. Es una tortura sólo por presentarse, francamente. Pero tenemos que estar aquí porque no tenemos otra opción”, dijo Jonathan, un estudiante de 24 años de edad que participó en el mitin que comenzó en Victoria Park, en el distrito de Causeway Bay, en la isla de Hong Kong.

 

“Tenemos que continuar hasta que el gobierno finalmente nos muestre el respeto que merecemos”, dijo.

PAL