Mujeres en la Ciudad de México, Puebla, Toluca y Baja California, entre otros estados, salieron a las calles el pasado viernes 16 de agosto, para mostrar su descontento ante la impunidad, desconfianza ante la justicia y hastío emanado de la inseguridad inherente al ser mujer.

Lesvy Berlin era estudiante de la UNAM. Al principio su muerte fue considerada como suicidio, con investigaciones posteriores, se supo que su novio le quitó la vida.

El pasado 3 de agosto, una adolescente de 17 años declaró haber sido violada en la alcaldía Azcapotzalco por cuatro policias preventivos: quedaron libres, mientras que la chica, no volverá a ser la misma.

De enero a mayo del 2019, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública registró 369 feminicidios en México, una cifra mayor en comparación con el obtenido el año anterior.

A pesar de los reclamos por seguridad de parte de las mujeres, el gobierno se ha mantenido al margen. De los antagonistas mencionados por las manifestantes fueron policías, familiares que promueven la violencia o el machismo y el sistema patriarcal.

Las paredes de las estaciones del metrobus Insurgentes fueron el lugar idóneo para que las manifestantes plasmaran su descontento a la realidad con frases como “Muerte al violador”, “Hasta que la justicia sea normal” y “Nos la pagarán”.

Las paredes fueron testigo del dolor que causa la ausencia. Con colores rojos, blancos y morados, las feministas dejaron en claro que su lucha no es pacífica, ya que ellas no se sienten en paz y consideran inhóspito el ambiente para ser mujer en México.

La libertad fue un hito al marchar. El aborto, la vestimenta, conductas ortodoxas y el hecho de no poder salir de noche, fueron demandas que dejan ver la falta de albedrío de las mujeres, al no poder decidir sobre ellas mismas.

México resalta como un país donde impera la violencia, al registrar nueve feminicidios al día. Las manifestantes pidieron mayor transparencia a la información y difusión del acontecer de violencia que azota al género.

“No me cuidan, me violan”, fue una marcha incentivada por redes sociales de parte de Resistencia Femme. La cita fue a las 18:30 horas en la Glorieta de Insurgentes, para continuar al Ángel de la Independencia, donde también demostraron su inconformidad.

Tras 10 horas de trabajo, la estación Insurgentes funcionó con normalidad, pero las más de 400 mujeres desaparecidas en México a largo de 2019 no volverán.

 

PL