Un ex empleado de Cementos Mexicanos (Cemex) asegura que trabajó como “prestanombres” y apoderado de dos empresas para triangular la compra irregular de propiedades en todo el país, incluso tierras ejidales, para explotarlas como canteras.
El denunciante, Juan Manuel Peña Almaraz, fue acusado por la cementera trasnacional de fraude y de aprovechar “una debilidad del sistema SAP -de administración-” para obtener, directamente de la caja, cheques a su nombre por más de 100 millones de pesos entre 2013 y 2018.
Sin embargo, el ex empleado Peña Almaraz asegura que está en la cárcel para silenciar todas las operaciones que él conoce perfectamente, ya que Cemex le entregó los cheques para comprar tierras en Yucatán, Quinta Roo, Jalisco, Puebla y Baja California.
También muestra documentos en los que participó en la adquisición de propiedades que actualmente son explotadas por Cemex.
Internado en el Penal del Topo Chico, procesado por el presunto fraude de más de 100 millones de pesos, Peña Almaraz afirma que es acusado injustamente para proteger negligencias de directivos de Cemex y la triangulación en la compra de propiedades.
El entrevistado asegura que los cheques fueron emitidos por la empresa a su nombre y fueron destinados a la adquisición de esas tierras que son utilizadas como canteras.
Peña Almaraz dice que además le pagaban una comisión por prestar su nombre en las negociaciones de “compra-venta”, así como por tramitología y pagos de prediales, de lo cual estaba enterado el director Jurídico de la cementera, Arturo Garza Ulloa, que además autorizó sus cheques.
De su puño y letra, interno en el Penal del Topo Chico, el ex empleado que laboró aproximadamente durante 20 años en Cemex narró para Notimex que la cementera transnacional también creó, a través de sus directivos, al menos dos empresas, para triangular la adquisición de propiedades en todo el país.
“Era el encargado del pago de los prediales de todos los inmuebles, los cuales se tenían que pagar cada mes de enero para aprovechar el 15 por ciento de descuento que otorgaba el Municipio”, escribió Peña Almaraz de su puño y letra.
“Mis funciones eran también el de negociar a nivel nacional el pago de regalías por extracción de materia prima, ya sea yeso o caliza. La negociación la hacía con los ejidos, que eran a los que se les paga muy poco por la extracción. Asimismo, mis funciones eran las de negociar inmuebles para cantera a nombre de terceras empresas, Inmobiliaria Ferri S.A. y Asesorías Especializadas en Inmuebles, de las cuales era apoderado”.
A través de sus abogados, exhibe documentación en la cual aparece como “vendedor” de parcelas ejidales en Yucatán, propiedad donde, efectivamente, ahora hay una cantera de Cemex en explotación.
“Soy ejidatario en el Ejido Xtepén, Municipio de Umán, en el estado de Yucatán. Lo anterior lo tuve que hacer para comprar las tierras que vendía el Ejido, porque a una empresa no le pueden vender. Tuve que convencer a los ejidatarios que, para comprarles, me tuvieron que aceptar como ejidatario, convoqué a la Asamblea Ejidal”, aseguró Peña Almaraz en su escrito.
“Realicé todos y cada uno de los trámites, en los cuales compramos 400 hectáreas. Ya teniendo el título de propiedad a nombre de nosotros, nos hicieron pasar mediante cesión de derechos a Cemex México y cada uno se los cedimos y también hicieron firmar a nuestras esposas, que porque estábamos casados bajo bienes mancomunados”.
Peña Almaraz dice que cuando presentó su renuncia a Cementos Mexicanos, fue cuando empezaron a pedirle información del pago de prediales que realizó durante 20 años.
Y que además, fue cuando directivos de la cementera desconocieron que los cheques salían a su nombre para realizar la triangulación de compra de tierras.
CS