Si se trata de fuerza territorial y avance en prestigio de equipos políticos y no solamente de ser designado como árbitro del partido predominante, Morena será presidido por alguno de dos y solamente de dos candidatos: Bertha Luján o Mario Delgado.
La escaramuza entre Martí Batres, quien en apariencia habría llevado la peor parte al ser derrotado para permanecer en la presidencia del Senado, por la tabasqueña Mónica Fernández Balboa, y Ricardo Monreal, quien habiendo realizado una manifestación semejante de inconformidad cuando fue desplazado de la candidatura a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, parece ganador, es el primer episodio de la definición de noviembre respecto de la presidencia del partido.
Monreal tuvo al menos el acierto retórico-estratégico de mandar un mensaje contra la reelección y de sugerir a una mujer en sustitución de Batres.
Batres, ex presidente de Morena en la Ciudad de México, argumenta ahora, aplicando a su adversario triunfador sus propios principios, que Monreal debería renunciar para que su puesto como coordinador del grupo parlamentario lo ocupara una mujer.
No fueron, sin embargo, los únicos participantes destacados; de hecho, los más importantes son de mayor peso y aparecen fuera de la escena. No fue un duelo sencillo ni terminal, y adquiere la magnitud únicamente de un preámbulo de una guerra por venir.
A Batres se unió la presidenta de Morena, Yeidckol Polevnsky, sin que necesariamente haya sido la única alianza que ella haya declarado sabiéndose carente de base territorial o de apoyo de coordinaciones regionales o fuera de Palacio Nacional.
La Cámara de Diputados es tierra firme contra el golpismo y los movimientos levantiscos, sostuvo este martes el diputado Porfirio Muñoz Ledo, al resaltar la “espléndida armonía” que existe entre el grupo mayoritario de Morena y la Mesa Directiva que él preside en lo que intentó ser contraste con la imagen de fractura interna de Morena en el Senado.
Adversarios a favor del PRI y del PAN y de un segmento de la opinión publicada, huérfana de campeón para confrontar a Morena, se inclinaron por interpretar la confrontación entre Batres y Monreal como característica de los divisionismos de la izquierda.
Parece más realista situar el encontronazo como una porción de evidencia del enorme predominio del partido gobernante: tiene para dar y prestar hasta el grado de magnificar sus escisiones retóricas internas y sus realineaciones rumbo a la elección por la presidencia del partido.
Mario Delgado Carrillo, también coordinador de la fracción mayoritaria, y Muñoz Ledo sostuvieron una larga conversación para afinar el programa de trabajo del primer año de labores de la LXIV Legislatura… y revisar el balance de los caídos en la escaramuza.
La caída momentánea de Martí implica su reagrupamiento o la negociación que debilitaría sus aspiraciones futuras: va en respaldo de Bertha Luján.
Muñoz Ledo destacó la amistad con el diputado Delgado de quien, dijo, es “su compañero y amigo”.
Lo elogió en su conducción al frente de la Jucopo y de la fracción parlamentaria de Morena y no le regateó un primer visto bueno.
Veremos cómo califica a Bertha Luján.