La entrada en operación del gasoducto Texas–Tuxpan, actualmente en el centro de un proceso de arbitraje internacional, será un factor fundamental para empezar a abatir el añejo problema de la falta de abasto de gas natural en la región sureste del país.
Por ello, empresarios afiliados al Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y a la Confederación Nacional de Cámaras de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur)), además de legisladores de las comisiones de Energía en el Cámara de Diputados y el Senado, esperan que pronto se alcance un acuerdo que logre ponerlo en marcha.
En junio pasado, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) notificó a IEnova su solicitud de arbitraje internacional, con respecto del contrato del gasoducto marino Sur Texas-Tuxpan.
En el arbitraje contra Infraestructura Energética Nova (IEnova) y TC Energy Corporation (antes TransCanada), la CFE solicita, entre otras cosas, que se declare la nulidad de cláusula contrarias a la política pública y al interés social, así como a los principios de equilibrio y equidad.
Esa situación frenó el inicio de operaciones del gasoducto, con consecuencias para la generación de electricidad y el suministro de gas natural a estados de la República, como Yucatán y la zona sureste, según se expuso este día en un encuentro previo entre empresarios y legisladores con medios de comunicación, previo al inicio de la Mesas de Trabajo Gas Natural y Electricidad.
El presidente de la Comisión de Energía del CCE, Roger González Lau, indicó que el propio líder de ese organismo, Carlos Salazar Lomelín, junto con el presidente del Consejo Mexicano de Negocios, Antonio del Valle, participan en las negociaciones para destrabar el problema y que la obra entre en operaciones.
Lo mismo expuso, el senador Armando Guadiana Tijerina, quien declaró que el conflicto entre las empresas que construyeron el gasoducto Texas-Tuxpan y la Comisión Federal de Electricidad podría concluir en el transcurso de la próxima semana.
El inicio de operaciones de ese ducto sería el primer paso para ampliar la oferta y disposición de gas natural en todo el país, y parte de ese gas empezaría a canalizarse a la zona sureste, donde existe un fuerte desabasto que impide un mejor desarrollo económico y social en la zona.
El presidente de la Concanaco, José Manuel López Campos, aclaró que en el caso de la Península de Yucatán, aún es necesario consolidar la operación de un ducto de 16 kilómetros que conectaría a Tuxpan con la planta de Cempoala, también en Veracruz, y de ahí sería suministrado a la Península a través del gasoducto Mayakán.
El Texas-Tuxpan suministraría principalmente a los estados de la zona norte del país, pero liberaría al mercado un 40 por ciento más de gas natural del que hoy está disponible, para acabar con el desabasto y el retraso en el desarrollo industrial de esta región, por tener un sistema de suministro caro y deficiente.
mvb