Foto: Reuters No menciona que Bolsonaro ha dicho repetidamente que Brasil tiene demasiadas tierras protegidas y que debería abrirse a la agricultura y la minería  

En medio de una protesta mundial por la deforestación y los incendios forestales en la selva amazónica, Brasil lanzó una ofensiva diplomática para persuadir a la comunidad internacional de sus credenciales ambientales.

 

El gobierno del presidente Jair Bolsonaro ha distribuido una circular de 12 páginas a sus embajadas alrededor del mundo en la que muestra datos y estadísticas que los diplomáticos deben citar para defender la posición del gobierno sobre la crisis.

 

La circular, revisada e informada por primera vez por Reuters, intenta abordar 59 áreas donde Brasil ha sido objeto de críticas, citando diversas políticas y datos.

Los principales reproches han venido de líderes de países como Reino Unido, Francia y Alemania, que han expresado su preocupación por los incendios. La oficina del presidente francés, Emmanuel Macron, incluso acusó a Bolsonaro de mentir cuando minimizó las preocupaciones sobre el cambio climático en la cumbre del G-20 realizada en junio.

 

Según diplomáticos contactados por Reuters, la presión en Brasil ha aumentado en los últimos días en medio de la difusión en todo el mundo de imágenes de la selva tropical en llamas. Hay sectores de la sociedad que han hecho llegar duras críticas a las embajadas brasileñas, dijeron diplomáticos, lo que llevó a Brasilia a enviar la circular.

 

El documento intenta refutar las críticas al historial de Brasil en materia medioambiental, pero ignora algunas de las políticas más controvertidas del presidente Jair Bolsonaro.

 

Afirma, por ejemplo, que la deforestación alcanzó su punto máximo a mediados de la década de 1990 y se redujo en un 72% entre 2004 y 2018. Sin embargo, no menciona que la deforestación ha aumentado constantemente desde 2012, en parte debido a la economía brasileña y los recortes presupuestarios que generaron una menor vigilancia de las normas ambientales.

 

Este año, datos preliminares sugieren que la deforestación en la Amazonía brasileña aumentó un 67% en julio en comparación con el mismo período del año pasado. El número de incendios ha subido un 83% este año.

 

“Es importante tener en cuenta que en las últimas décadas, Brasil ha podido combinar la producción agrícola con la conservación”, dice el documento. “Más del 60% del territorio de Brasil (del Amazonas) está cubierto por vegetación natural, con actividades agrícolas limitadas a aproximadamente el 30% del territorio”.

 

Sin embargo, no menciona que Bolsonaro ha dicho repetidamente que Brasil tiene demasiadas tierras protegidas y que debería abrirse a la agricultura y la minería.

 

“Brasil ha sido enérgico en el control y la restricción de actividades irregulares que involucran a acaparadores de tierras, madereros y mineros, así como en la reducción de la deforestación y la invasión de tierras indígenas”, dice la circular.

 

 

 

jhs