HONG KONG- La policía de Hong Kong disparó gas lacrimógeno para disolver las protestas contra el Gobierno que se produjeron este sábado en un suburbio industrial de la ciudad, en respuesta al lanzamiento de los manifestantes de cócteles molotov y ladrillos, el mismo día en que China liberó a un empleado del consulado británico cuya detención había elevado las tensiones.
Cuatro estaciones de metro fueron clausuradas en los alrededores de Kwun Tong, una zona densamente poblada de Hong Kong, pese a lo cual miles de personas lograron llenar las calles, la mayoría de ellas provistas de parasoles.
La policía recurrió al gas lacrimógeno después de que algunos manifestantes lanzaran cócteles molotov y ladrillos y que otros rompieran farolas “inteligentes” equipados con cámaras de vigilancia. Otros habían bloqueado las carreteras con andamios hechos de bambú.
Se trata del primer uso de gas lacrimógeno en 10 días tras una serie de manifestaciones, en su mayoría pacíficas, en la antigua colonia británica. A la hora de redactar esta información no se había informado de lesiones.
TRABAJADOR DEL CONSULADO LIBERADO
Por otro lado, Simon Cheng, el empleado del consulado británico detenido durante 15 días por violar las normas de seguridad pública, según la policía de Shenzhen, al otro lado de la frontera de Hong Kong, fue puesto en libertad el sábado.
La policía dijo que sus derechos habían sido respetados, así como que Cheng había reconocido las acusaciones en su contra, un comentario comúnmente utilizado por la policía china, a pesar de que no se le dio la oportunidad de defenderse en los tribunales.
Cheng ha regresado a Hong Kong, según informó su familia en su página de Facebook. No se han dado detalles de su detención, aunque en la publicación de Facebook se pide a los “medios de comunicación y amigos que les den algo de tiempo y espacio, y posteriormente daremos más detalles”.
En los últimos días, algunos manifestantes habían exigido la liberación de Cheng. Reino Unido dijo que acogió con agrado la noticia.
gac