El presidente Donald Trump culminó una estresante semana con su participación en la cumbre del G7 en Biarritz, Francia, donde -ignorando advertencias de posible recesión-, atribuyó la solidez de la economía de su país al aislacionismo y energía de su política de “América primero”.

Además, amenazó a Francia con imponer las más altas tarifas a los vinos franceses y criticó a Alemania por su política interna, comercial y militar, con bajo gasto en defensa, así como su sociedad con Rusia por el proyecto Nord Stream 2, un gasoducto diseñado por una firma rusa para beneficio germano.

Trump llegó a Biarritz envuelto en el escándalo del torbellino de ataques a través de su cuenta Twitter contra Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, a quien etiquetó como “enemigo de Estados Unidos” por no reducir las tasas de interés para favorecer su campaña por la reelección, basada en la promesa de una expansion económica, amenazada por una posible recesión.

Amenazas de peso

Trump anunció 250 mil millones de dólares más en tarifas hasta de 30% a la importación de productos de ese país asiático a partir del 1 de octubre, adicionales a los 300 mil millones de dólares programados para entrar en vigor (50% en septiembre y 50% en diciembre) como represalia a tarifas de 5 al 10% a productos de Estados Unidos, por 75 mil millones de dólares, con lo que China desmintió estar desesperada por el acuerdo comercial que podría ocurrir hasta después de la elección presidencial de 2020, disparando 15% los precios de los regalos de Navidad.

“Estoy ordenando a nuestras grandes empresas que suspendan ahí todos sus negocios y comiencen a buscar de inmediato una alternativa a China, incluyendo el traslado de sus empresas a casa y fabricar sus productos en Estados Unidos”, lanzó Trump, lo que pareció un rompimiento con el gobierno chino.

 

Frente a líderes: flexiblidad

El mandatario dio señales de arrepentimiento de la escalada de tensión de su guerra comercial contra China en la reunión sobre economía global donde participaron todos los integrantes del G7, y en la que mostró mas flexibilidad en su amenaza de obligar al retiro de empresas estadounidenses de China lo que, insistió, puede hacer, a pesar de la alarma internacional.

Larry Kudlow, presidente del consejo de asesores económicos, aseguró que el Presidente no ordenó a las empresas de su país retirarse de China, sino les recomendó buscar otras alternativas y aseguró que no se busca forzar a las empresas.

“Cualquier invocación de la Ley de Poderes de Emergencia en estas circunstancias y para ese propósito, sería un abuso”, señaló Daniel Price, ex asesor del ex Presidente de EU George W. Bush.

Según expertos, dicha Ley de 1977, bajo la que Trump implementó también tarifas al acero y aluminio, técnicamente sólo se aplica para atacar a terroristas y traficantes de drogas, no a una nación con fuertes lazos económicos, su mayor socio comercial.

 

Reacción empresarial

Analistas interpretaron sus declaraciones como un cambio de posición hacia China, considerando que la guerra comercial, el retiro de empresas y las consecuencias impactarían la economía de Estados Unidos y, en consecuencia, sus ahora remotas posibilidades de reelección.

“El Presidente tal vez está frustrado con China, pero la respuesta no es que las empresas de Estados Unidos ignoremos un mercado con mil 400 millones de consumidores”, difundió en un comunicado Myron Brilliant, vicepresidente ejecutivo de la Cámara de Comercio, quien considera que inyectar mas tensión no es bueno para la estabilidad del mercado o la confianza de inversionistas.

Molesto porque China se niega a darle concesiones que logró de otros países, Trump dió muestras de haberse sensibilizado del creciente nerviosismo y ansiedad por la guerra comercial con China, en la que Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo; Boris Johnson, Primer Ministro Británico y otros líderes, le advirtieron de las consecuencias para la economía global.

En la reunion del G7 Trump lanzó ataques a su predecesor, Barack Obama, por la decision de excluir a Rusia, repitiendo argumentos en el sentido de que Obama promovió la exclusión del presidente ruso porque se burló de Obama.

Sin embargo, el consenso general fue no aceptar a Rusia porque eso equivaldría a recompensarlo tras la invasion de Crimea.
En lugar de eso, anunciaron la posibilidad de invitar a Ucrania a la próxima reunión de ese grupo, en 2020, que se realizará en Estados Unidos, aunque saben que Trump podría invitar a Putin.

El ministerio de Comercio de China calificó la amenaza de Trump como práctica comercial intimidatoria, proteccionista, con extrema presión, que viola el consenso de los gobiernos de China y Estados Unidos, el principio de respeto mutuo, beneficios mutuos y equitativos y las armas de comercio internacional.

 

Simpatizantes de Trump, víctimas de las tarifas

Las principales víctimas de las tarifas de China y la suspensión de importaciones de productos agrícolas de Estados Unidos, políticamente calculados, que golpean a productores de fruta, carne, granos, pero principalmente a quienes cultivan soya en Iowa, Minnesota e Illinois, históricamente republicanos, que apoyaron al presidente Trump.

“Enfrentamos muchas situaciones que están fuera de nuestro control, como el clima, costo de semilla, maquinaria, el precio del grano, a lo que no podemos sumar el costo de las tarifas que desplomaron el precio de la soya un 20%, cuya venta cayó 50% desde 2013 y ahora causan pérdidas multimillonarias por inundaciones y la cancelación de compras de China”, dijo el agricultor Mike Holden.

Dice que en 2016 su voto fue, más que por Trump, contra Hillary Clinton, pero prefería un candidato como Mitt Romney.

 

Trump destruyó en los que invertimos

Ante el fracaso de su guerra comercial, Trump autorizó subsidios por 28 mil millones de dólares, de los que se entregaron ya 8 mil 600 millones, que ellos rechazan porque no quieren dinero de los contribuyentes, sino apoyo para la venta de sus cosechas.

“El presidente ha destruido básicamente mercados que creamos tras la inversion de dinero”, dice Holden, “obteniendo confiabilidad que hemos perdido a causa de sus tuits, que beneficiaron a otros abastecedores como Argentina y Brasil”.

Las tarifas también hicieron caer el precio de las exportaciones de petróleo de Estados Unidos 3.4% y cuestan a empresas de tecnología cerca de mil 300 millones al año, de acuerdo a la Asociación de Consumidores de Tecnología, quienes anticipan aumentos en los precios de computadoras portátiles, Ipads, teléfonos celulares, juegos electrónicos, así como en los precios de ropa, zapatos y telas, mas de 15% en la temporada navideña, por lo que todos esperan que EU y China regresen a la mesa de negociaciones y lleguen a un acuerdo antes de que la guerra tenga un impacto en la economía global, amenazada por una recesión y, dicen expertos, eventualmente, por una depresión.

Aunque el presidente Trump asegura que Estados Unidos se beneficia con el pago de tarifas a la importación de productos Chinos, analistas opinan lo contrario, explicando que las tarifas son pagadas por los importadores, que pasan el costo a los consumidores, que esta temporada navideña tendrán que pagar un costo mas alto a causa de las tarifas impuestas por China.

 

En G7; otros datos 

Esta semana, Donald Trump sorprendió con múltiples muestras de su creciente temor de perder la reelección, de su inseguridad e indecision.

Durante la reunión del G7, dio una versión muy particular, contrastante sobre las pláticas en Francia. Dijo que no habló de Irán, por ejemplo, cuando funcionarios franceses dijeron que ya se alcanzó un acuerdo.

Aseguró que la mayoría de asistentes a la cumbre del G7 le dijeron estar de acuerdo en que Rusia fuera reincorporado, a lo que Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo y otros lideres se oponen.

Trump no quiso mencionar quién lo apoyó.

Y durante la reunión con el presidente francés, Emmanuel Macron, Trump dijo que fue “la mejor hora y media” que disfrutó, cuando funcionarios que lo acompañaron criticaron a Macron por enfocarse mucho en cambio climático y desarrollo en África, en lugar de la economía global.

 

Rechazan actitudes “poco presidenciales”

A principios de semana, iracundo, el presidente Donald Trump insultó a Mette Frederiksen, primera ministra de Dinamarca, llamándola “asquerosa” porque calificó como “absurda” su propuesta de que Estados Unidos comprara Groenlandia.

“La primera ministra me dijo que era absurdo, es asquerosa”, dijo el mandatario.

Groenlandia es sede de la base aérea de Thule, en la costa noroeste, operada desde 1946, y sede de bombarderos B-52. En 1968, uno de ellos volaba cerca de Thule con cuatro bombas de hidrógeno, se estrelló en el hielo cuando volaba a 500 millas por hora, lo que ocasionó contaminación con radiactividad.

Trump invocó una frase antisemita, acusando a los judíos americanos demócratas de no ser leales y traicionar a Israel, lo que generó fuertes criticas del Comité Judío Americano.

En conferencia de prensa, se autoproclamó El Mesías e Hijo de Israel, colocándose al centro de una intensa crítica.

Durante la entrega de una medalla al valor militar, reveló que siempre había querido tener una y preguntó si se la podía autoconceder.

Encuestados sobre estas actitudes por el diario Washington Post y la cadena ABC News, más de dos tercios de la población condenó lo que califican como “actitudes poco presidenciales”, que sólo apoyó 28% de los encuestados.

 

Psiquiatras advierten por salud de Trump

Alarmados por la creciente arrogancia de un Donald Trump que continuamente ataca, mide los limites del poder presidencial, mantiene sometido al Senado y al Partido Republicano, desafía a amigos y abraza a enemigos, la organización Deber de advertir, fundada por 37 psiquiatras y expertos en salud mental que desde hace tres años monitorean y analizan la actitud del presidente Trump, advirtieron que su “narcisismo patológico maligno” avanza peligrosamente, poniendo en riesgo la seguridad nacional.

Brandy Lee, profesora de psiquiatría de la Universidad de Yale, coautora del libro El peligroso caso de Donald Trump, dice que 37 de los más experimentados expertos en salud mental están conscientes de su responsabilidad de advertir de los problemas del presidente.

Los expertos señalan que declaraciones como decirse El Elegido, El Rey de los Judíos, el retorno del Mesías, que puede comprar países y actuar como rey, está llegando a un punto en el que peleará a muerte por protegerse, engañando, mintiendo y atacando”.

“Ha habido un riesgoso tabú para establecer corelaciones entre la retórica demagógica de Trump y la Alemania nazi, pero quién de nosotros no se ha preguntado cómo surgió la Alemania nazi; ofuscación de la verdad que puede manipular un lider”, difundió la organización.

“El presidente no muestra empatia porque no puede. No muestra vergüenza porque es incapaz, él es narcisista maligno anormal, que no ve a la gente como personas, no tolera que nadie lo sobrepase, fascinado con el poder, el dinero, la gloria, la autoafirmación y, quien constituya un obstáculo, automáticamente se vuelve su enemigo” señala.

Dicen que los narcisistas malignos son traidores y enemigos de la verdad, y extremadamente peligrosos cuando se sienten atrapados; sus declaraciones son engañosas, mientras crece su grandiosidad hasta quedar fuera de control, actuando para protegerse para evitar ser exhibidos y humillados, lo que los vuelve también paranoicos”, dicen los especialistas que ofrecieron asesoría al Congreso para analizar la posibilidad de que Trump sea removido de la Oficina Oval, al amparo de la enmienda 25 de la Constitución.

Aseguran que Trump hace cuanto se le ocurre para ocultar su miedo e inseguridad, viviendo de mentiras y que lo que más teme es la construcción de sus logros falsos, que le generaría una peligrosa desesperación.

“Profesionales medicos han pasado décadas observando síntomas, síndromes, actitudes, para determinar posibles explicaciones a ese tipo de conductas y los medicos de Deber de advertir que alertaron sobre el estado mental de Trump desde 2016, comenzaran a hablar públicamente en cadenas de television, tras producir una película que habla en detalle de la condición mental del presidente.

LEG