Políticos de varias tendencias políticas se unen para buscar posiciones legislativas para oponerse al presidente López Obrador.
Varios de ellos ya fueron legisladores o funcionarios públicos de primer nivel en los últimos 30 años.
A varios les tengo respeto y me unen lazos profesionales y de amistad. Es el caso de Beatriz Pagés y Fernando Belaunzarán, por ejemplo. Los que no me gustan nada son los Chuchos y el ex candidato presidencial del gordillismo, Gabriel Quadri.
Futuro 21, el proyecto político que eventualmente utilizaría el registro del extinto PRD. Ese registro permitiría a quienes conforman esa agrupación variopinta ser postulados a la Cámara de Diputados.
Algo que va en contra de ese proyecto político es el corto plazo. Fincan la construcción de una oposición sin más motivación que oponerse a todo lo que venga del Presidente de México al que ellos llaman autoritario. Autócrata.
No puede llamarse a un grupo de liberales y progresistas a quienes tengan en sus filas a Jesús Ortega, Carlos Navarrete y Jesús Zambrano. Ellos destrozaron con sus acuerdos con el PAN de Calderón y el PRI de Peña Nieto, el proyecto más importante de la izquierda que crearon Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador.
Esa “izquierda moderna”, enunciada así desde el poder y encarnada en los Chuchos, fue la que junto con los Duartes de Veracruz y Chihuahua o Borge en Quintana Roo llevaron al peor desprestigio de los políticos ante la sociedad.
Ninguno de los promotores de Futuro 21 tiene la capacidad de aglutinar más personajes de los que confluyen en ese proyecto. No son dirigentes que hayan demostrado popularidad para llenar plazas.
El corto plazo que se han dado los futuristas chocará con la fuerza que tiene Morena y que cuenta con el Presidente como su principal activo.
Futuro 21 tiene fecha de caducidad.
La Letrina. Los abogados de Rosario Robles fueron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para quejarse por los actos del juez Felipe de Jesús Delgadillo Padierna, que la recluyó en la cárcel para evitar su fuga. Robles ha sido acusada por no detener la Estafa Maestra. El recurso no pasará en la CIDH, ya que una de las condiciones para que lo reciban es que se hayan agotado todas las instancias del proceso legal, incluida la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Yo creo que a Rosario Robles la inhabilitarán y que la cárcel no será su hogar permanente.